Mons. Frassia: Dios viene para todos, para buenos y para malos
Se refiere al Evangelio de San Mateo donde se narra el episodio en el que un señor contrata operarios para su viña y al fin de la jornada les paga el salario convenido, lo mismo a quienes trabajaron desde la primera hora, como a los que lo hicieron al final del día, mostrando así la infinita misericordia y la infinita bondad de Dios, pese a la protesta de los primeros.
"Lo que pasa -comentó monseñor Frassia- es que nosotros, a veces, queremos aprisionar a Dios a nuestros criterios y no nos damos cuenta que su manera de obrar rompe nuestra imaginación, abre nuestros límites, ensancha nuestro corazón, ilumina nuestra inteligencia. A Dios nunca se lo puede capturar y mucho menos monopolizar, porque Dios es Dios de todos, debemos entenderlo y entender el Evangelio si queremos vivir el Evangelio".
"Recordemos -concluyó el obispo- que Dios viene para todos y que cada uno -en su momento, en su tiempo- debe responder. Los de la primera hora fueron llamados y tienen que responder. Los de la última hora son llamados y también tienen que responder. No miremos a los otros. Hagamos lo que Dios nos muestra en el momento presente y vivir en la presencia de Dios. Que tengamos un corazón universal o, por lo menos, que nos vayamos acercando a él".+
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