Mons. Martínez y el significado profundo de la palabra "salir"
El prelado destacó que la palabra salir está ligada a esta cualidad de misionar, al señalar que “cuando tenemos que mudarnos a otro lado o dejar aquello que estamos haciendo, o bien nos tenemos que ir a estudiar o a trabajar a otra cuidad u otro país, en general sufrimos porque los cambios cuestan. Lo mismo nos ocurre cuando tenemos que dejar una acción pastoral o un criterio por otro más adecuado”.
“Esta palabra ‘salir’ es muy expresiva, porque amar es encaminarnos hacia el otro, caminar desde el egoísmo hacia el amor. Salir implica desacomodarnos y experimentamos eso en las pequeñas y grandes cosas. Por ejemplo, cuando tenemos que salir para ir a una reunión de catequesis familiar, a un encuentro en la escuela o participar en las reuniones vecinales. Salir es dejar las noventa y nueve ovejas y buscar la perdida, como lo hizo el Buen Pastor”, explicó.
“Una parroquia, un movimiento o una diócesis, que quiera salir, ser misionera, seguramente experimentará también las dificultades del desacomodamiento. Quizás hasta una cierta crisis, que implicará revisar las estructuras renunciando a aquellas que son obsoletas e inadecuadas, buscando otras que sean realmente funcionales para su misión”, reconoció.
Monseñor Martínez sostuvo que “‘salir’ implicará una exigencia, para comprender que tendremos que ‘ir hacia’ la evangelización de la cultura y hacia la profundización de la vocación especifica del laicado en la transformación de las realidades temporales: en la escuela, en la comunicación social, en el concejo deliberante, en el mundo institucional o rural”.
“Debemos tener presente que cuando resaltamos nuestros derechos y esfuerzos ante Dios, dejamos de entender un principio esencial de la visión cristiana de la vida: ‘la primacía de la gracia’, y el reconocer que todo lo que tenemos y somos es don de Dios”, concluyó.+
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