El Papa pidió rectitud a los policías de tránsito y responsabilidad a los conductores
Francisco les pidió reconocer “la realidad de que existe un desencuentro entre el bien y el mal que se consuma en nuestro mundo y, por tanto, dentro de nosotros”. “Conscientes de este desafío decisivo, sería malo consentir el mal o pretender mantenerse neutral frente a él”.
“Todos lo debemos hacer, pero ustedes están en primera línea en el contraste de quien ofende al hombre, crea desórdenes y fomenta la ilegalidad, obstaculizando la felicidad y el crecimiento de la persona, sobre todo de los más jóvenes”.
Francisco aseguró que “todos los ciudadanos deben sentirse agradecidos por el trabajo que realizan en nombre del Estado y de la colectividad con el objetivo de garantizar, a través de una multiplicidad de funciones, la seguridad de quienes viajan por las carreteras y en los trenes”.
En nuestro mundo los viajes se multiplican y admitió que la policía tiene una tarea compleja para “detectar infracciones, regular el tráfico, prevenir, socorrer y dar cuenta de los accidentes”.
Francisco pidió no hacer uso de la violencia cuando tengan que realizar controles de seguridad y también afirmó entender que se tienen que enfrentar a las ideas que poseen muchas personas contrarias a ellos.
Sin embargo, invitó a hacer uso de la misericordia “en las innumerables situaciones de debilidad y de dolor que afrontan cada día, no solo en el caso de los siniestros que se producen, sino también en el encuentro con las personas necesitadas o con problemas”.
El Papa también lamentó “el escaso sentido de responsabilidad de muchos conductores, que a menudo ni siquiera se dan cuenta de las graves consecuencias de su desatención (por ejemplo, con el uso indebido de teléfonos celulares) o de su desaprensión”.
En otro momento, pidió evitar que las “carreteras” sean pistas de “Fórmula 1” y “el cruce de semáforos en la línea de salida de un gran premio”. En ese contexto, las sanciones “no son suficientes para aumentar la seguridad, sino que se necesita una acción educativa que permita una mayor toma de conciencia de la responsabilidad que se tiene con los que viajan a nuestro lado”.
Al final, el Papa recordó que el patrón de los policías es “San Miguel Arcángel”, descrito “en el libro bíblico del Apocalipsis mientras lucha contra Satanás”.
Por ello, instó a pensar en “la lucha continua entre el bien y el mal, de la cual nunca podemos sentirnos excluidos”. Enfrentamiento, entre el bien y el mal, que “se lleva a cabo en nuestro mundo e incluso dentro de nosotros”.+
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