Fue allí donde conoció al padre Jorge Delpiano SJ, sacerdote que -a pedido de Francisco- lo acompaña en su comitiva durante su visita por Chile estos días.
Nuestra amistad se fue dando progresivamente, explicó a AICA el padre Delpiano en la previa a la llegada del Papa.
Lo volví a ver en Santa Fe, Argentina, en 1965 porque me interesaba conocer el sistema de internado que tenía el colegio de la Inmaculada, donde él era subinspector general. Luego, en 1983 se saludaron en Roma y, en 1992, fue cuando se consolidó la amistad, aseguró.
Yo viajaba para Roma y le escribí que rezaría por él cuando hiciera escala en Ezeiza y él me dijo que bajara del avión porque me iría a visitar en la Policía Internacional, en el aeropuerto.
Hasta hoy, el padre Delpiano y el Papa no se veían desde 2001, aunque mantuvieron contacto mediante cartas. Al recordarlo, el sacerdote jesuita describió a Jorge Bergoglio como un hombre muy cálido, muy cercano, pero de carácter fuerte. Y afirmó: es una persona muy completa y, además, muy culto.
Finalmente, manifestó: No sé lo que va a pasar durante este viaje, pero tengo plena confianza de que será lo que Jesús quiera. Sin embargo, puntualizó que El Papa puede hablar las cosas maravillosas pero si nosotros no estamos dispuestos a cambiar, no va a servir mucho, y animó a escuchar lo que va a decir el Papa durante este viaje, prestar atención, porque nos va a tocar a cada uno de nosotros ponerlo en práctica. +
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