Mons. Lozano advirtió sobre las falencias del proyecto de ley de aborto
“No significa desviar la mirada de los adolescentes que cada vez a más temprana edad se inician en el consumo de alcohol y drogas combinado con un ejercicio de la sexualidad que los expone a enfermedades y embarazos no deseados”, sostuvo en su columna semanal.
“Tampoco dejamos de lado las situaciones de violencia especialmente contra las mujeres en el seno de sus hogares. Ni la falta de trabajo, o lo lejos del bolsillo que quedan los medicamentos de los jubilados”, agregó.
El prelado citó el mensaje de los obispos de Cuyo, en el que advirtieron que el proyecto de legalización del aborto, con media sanción de Diputados, reviste “rasgos de autoritarismo por la imposición de la obligación de ir en contra de los principios legítimos personales e institucionales respecto del cuidado de la vida”.
El arzobispo sanjuanino se refirió puntualmente al tema de la objeción de conciencia, el que para algunos es contemplado en la iniciativa que deberá abordar el Senado, pero planteó lo que realmente pasará si la ley es aprobada.
“Si un médico está solo en el servicio de guardia de un hospital y una mujer viene para realizar un aborto, no puede negarse, con la amenaza cierta de ir preso si invoca la objeción de conciencia. Es realmente una orden de cumplimiento compulsivo y avasallante de los principios del derecho”, se quejó.
Monseñor Lozano consideró, además, que el proyecto de ley en estudio “introduce una especie de esquizofrenia legal”, dado que “lo que está prohibido y penado por la ley, si se llega a aprobar en el Senado, pasa inmediatamente a ser obligatorio, y con sanción para quien no cumple”.
“Como si ‘por arte de magia’ se cambiara una acción de mala y condenable, de pronto en buena y obligatoria”, planteó.
El arzobispo alertó que “la objeción de conciencia no está abarcando que sea institucional”, por lo que clínicas médicas confesionales estarán “obligadas” a practicar abortos que van “contra de sus principios fundacionales, sin tener en cuenta los derechos adquiridos”.
Asimismo, sostuvo que el proyecto que cuenta con media sanción “no soluciona el problema de la mujer embarazada como consecuencia de una violación”, porque “termina con la vida concebida y deja impune al violador”.
“Tampoco da respuesta a la adolescente que es abusada en su hogar pobre por algún familiar o vecino, sino que borra la vida inocente y obliga a la víctima a volver al mismo lugar de suplicio”, añadió.
El prelado lamentó que “la cuestión de la salud pública tampoco es abordada, ya que nada propone acerca del tratamiento de las mujeres embarazadas y el cuidado de su salud. Lo único que busca es el aborto”.
Monseñor Lozano expresó su esperanza de que “la cámara Alta se puedan analizar adecuadamente estas cuestiones tan importantes, y que el proyecto no sea aprobado” y estimó que “hace falta una mirada más federal que tenga en cuenta la idiosincrasia de todo el país”.
“Cuidemos a todos. No sobra ninguno. Vale toda vida”, concluyó.+
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