En Siria, un obispo oficia de alcalde para aplacar el drama de la gente

Hassaké (Siria) (AICA): Ante la emergencia sanitaria y alimentaria que afecta a la población civil de la ciudad siria de Hassaké, por estos días el arzobispo católico Jacques Behnan Hindo hace las veces de alcalde para atender algunas urgencias de carácter público.

Ante la emergencia sanitaria y alimentaria que afecta a la población civil de la ciudad siria de Hassaké, por estos días el arzobispo católico Jacques Behnan Hindo hace las veces de alcalde para atender algunas urgencias de carácter público.

Mientras las fuerzas kurdas y del ejército sirio intentan expulsar a las milicias del Estado Islámico (EI) de los barrios periféricos de esta ciudad, monseñor Hindo se encarga de que no falten los servicios mínimos para los habitantes.

“Soy responsable de la limpieza, del retiro de la basura, de las desinfecciones y de todos los servicios que tienen que ver con la salud pública”, explicó el prelado a la agencia Fides. Desde su mirada, el conflicto expone aún más a la población a los peligros de las epidemias.

“En los últimos días me encargué de estas necesidades, porque he visto que nadie lo hacía. Mientras coordino a un equipo de 130 operadores que trabajan en los barrios habitados por 400.000 personas, sin pedir ninguna compensación para mí”, cuenta el arzobispo, mientras la gente lo señala como “el alcalde de la ciudad” en los hechos.

“Necesitaríamos camiones para levantar los residuos, pero no sabemos exactamente dónde encontrarlos”, manifestó el prelado.

La narración del arzobispo siro católico de Hassaké-Nisibi muestra una visión elocuente de los problemas a los que se enfrenta la población siria, atrapada entre la violencia de los conflictos y la urgencia de abordar las necesidades diarias que casi siempre asumen un carácter de emergencia.

Monseñor Hindo rechaza las interpretaciones que circulan en Occidente, que ven en la guerra civil siria un reflejo del conflicto entre chiítas y sunitas: “El Estado Islámico – dijo el arzobispo - es hijo de la ideología wahabí y del dinero de Arabia Saudita, que quiere meter sus manos en todo. La mayoría de los sunitas no tienen nada que ver con el Estado Islámico”.

“Este movimiento -agregó, en referencia al EI- se compone de tribus que hasta hace algún tiempo no conocían ni una sola sura del Corán. Son familias con muchos niños que ahora se alistan en las filas y así, en pocas semanas, ganan mucho más dinero del que han visto en toda su vida. Son gente acostumbrada a ponerse de la parte de quienes les pagan y con quienes tienen el poder”.+

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