El Papa pide a la Virgen de Guadalupe que siembre amor misericordioso en el mundo

El Papa pide a la Virgen de Guadalupe que siembre amor misericordioso en el mundo

Ciudad del Vaticano (AICA): El papa Francisco presidió hoy en la basílica de San Pedro la misa por la Virgen de Guadalupe, patrona de América, y llamó a los católicos a ser testigos de una caridad que no admite exclusiones durante el Año Santo de la Misericordia. El pontífice rezó ante la cuadro de la Guadalupana y anunció que visitará México del 12 y 18 de febrero, oportunidad que visitará el santuario mariano.

El papa Francisco presidió hoy en la basílica de San Pedro la misa por la Virgen de Guadalupe, patrona de América, y llamó a los católicos a ser testigos de una caridad que no admite exclusiones durante el Año Santo de la Misericordia.

El pontífice rezó ante la cuadro de la Virgen de Guadalupe y anunció que visitará México del 12 y 18 de febrero.

Durante el viaje apostólico visitará las ciudades de México D.F., Ecatepec, Tuxtla Gutiérrez, San Cristóbal de las Casas, Morelia y Ciudad Juárez. También visitará el santuario de la Virgen de Guadalupe, donde le pedirá a la patrona americana que "guíe los pasos de su pueblo americano".

En la homilía en español, Francisco recordó que "el corazón indica la capacidad de amar, la misericordia es el amor que abraza la miseria de la persona humana".

"Es un amor que 'siente' nuestra indigencia como si fuera propia, para liberarnos de ella", aseguró.

El Papa pidió a la Virgen de Guadalupe que durante este periodo jubilar siembre "amor misericordioso en el corazón de las personas, las familias y las naciones".

"Que nos convirtamos en misericordiosos, y que las comunidades cristianas sepan ser oasis y fuentes de misericordia, testigos de una caridad que no admite exclusiones. A Ella le suplico que guíe los pasos de su pueblo americano, pueblo peregrino que busca a la Madre de misericordia", subrayó.

"Camina junto a nosotros, nos muestra el sendero del amor, nos levanta en nuestras caídas, nos sostiene ante nuestras fatigas, nos acompaña en todas las circunstancias de nuestra existencia. Nos abre los ojos para mirar las miserias propias y del mundo, pero a la vez nos llena de esperanza", agregó.

Francisco sostuvo que “esta es la fuente de nuestra vida pacificada y alegre; nada ni nadie puede robarnos esta paz y esta alegría, no obstante los sufrimientos y las pruebas de la vida" e invitó a cultivar esta "experiencia de misericordia, de paz y esperanza" durante todo el año jubilar realizando obras de caridad con los pobres.+

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