A través de una reflexión audiovisual, el arzobispo planteó: “Como siempre, se puede decir que hay dos noticias: una mala y otra buena. La mala es que todos somos pecadores; ustedes, yo, y hasta el papa Francisco, según él dice. ¿Y cuál es la buena noticia? Que Dios viene a buscar a los pecadores”.
“Dios es un Padre que nos quiere, y nos quiere limpios, felices, mejores. Tan cerca está esa misericordia, que Dios se hace hombre en Jesucristo. Él es el reflejo del rostro y de la misericordia de Dios”, agregó.
Monseñor Delgado explicó de qué se trata el Jubileo de la Misericordia con una analogía: “¿Sabés qué significa esto? ¿Escuchaste alguna vez hablar de blanqueo, de condonación de deudas, de promociones? Bueno, la gran promoción es estar muy cerca de la misericordia de Dios”.
“Cuando uno viene a pagar ese pequeño saldo que pudiera haber, te encontrás con que alguien ya lo pagó antes. ¿Quién lo pagó? Jesucristo, con su sangre redentora en la cruz y su gloriosa resurrección”, explicó el arzobispo, siguiendo con el ejemplo.
Monseñor Delgado aseguró que “vale la pena acercarse a la casa de familia grande, que es la Iglesia, y encontrar el camino que va al Padre Dios”. Y añadió: “No importa que estés lejos o cerca, que tengas problemas o no los tengas; que estés en una cárcel, en un hospital o en tu casa, en silla de ruedas. A todos nos viene a buscar Jesucristo, nuestro Señor”.
“Te animo a aprovechar este gran año de la misericordia de Dios. Él te quiere feliz en la tierra y en la vida para siempre. Y como si fuera poco, nos regala a su Madre, la mater misericordiae, para abrir el camino, quitarnos nuestras dudas y ayudarnos a ese encuentro con Jesús”, concluyó el prelado.+
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