Mons. Martorell pidió cuidar “la feliz esperanza que tenemos todos los cristianos”
Monseñor Martorell explicó que el Señor vendrá a culminar la historia humana. El evangelista san Marcos, a través del simbolismo de fenómenos cósmicos, recuerda que Dios pronunciará, en el Hijo, su juicio sobre la historia de los hombres.
“Estas profecías sobre el fin del mundo están marcadas por tiempos precedentes de grandes sufrimientos y tribulaciones. Este fin de la historia tiene una perspectiva concreta respecto a la historia de Israel, como así también una perspectiva absoluta, que consiste en el fin del mundo, después del cual ya no habrá más que eternidad”, explicó el obispo.
Cómo y cuándo sucederá esto, es el gran secreto de Dios, observó monseñor Martorell. “Lo que sí sabemos –continuó- es que las pruebas y sufrimientos deben prepararnos para el encuentro definitivo con el Señor, pues al no saber cuándo será, como Él mismo nos lo aconseja, debemos velar y orar justamente porque no sabemos ni el día ni la hora”.
Para el celebrante, “todos los acontecimientos de la vida se dirigen a ese tiempo y a esa hora. Saber esto no disminuye, sino que por el contrario, acrecienta la seriedad del compromiso cristiano. Sería una gran falsedad decir que, total, como nadie conoce cuándo será el fin del mundo, podemos vivir el presente como se nos antoje, olvidando que puede ser el fin, para cada uno esta misma noche”.
“Vivimos tiempos de sufrimientos y tribulaciones, existen situaciones difíciles y hasta dramáticas que ponen en peligro las seguridades y las vidas humanas. Pero el Evangelio nos consuela, presentando la figura victoriosa de Cristo, juez de la historia. Él, con su presencia, ilumina toda oscuridad y da a quien confía en Él la certeza consoladora de su asistencia permanente. Por eso el cristiano no debe sentirse agobiado por la existencia de males en el mundo, no debe rendirse frente a las dificultades y las incertidumbres cotidianas. Somos un pueblo que confía en su Señor, somos un pueblo de esperanza. Y por eso esperamos y nos preparamos para recibir al Señor cuando Él venga, hoy y al final de la historia humana”, expresó.
Monseñor Martorell invitó a no tener miedo de estas lecturas que hablan del fin del mundo y del retorno de Cristo como Señor de todo. “Lejos de ser un castigo o una amenaza, es la feliz esperanza que tenemos los cristianos, es nada más ni nada menos que la venida de Nuestro Señor Jesucristo. El Dios que vendrá al fin de los tiempos es el Dios del cual la Sagrada Escritura nos dice que es clemente y compasivo, tardo a la cólera y lleno de amor”, aseveró.
“Que nuestro corazón no se inquiete, ni tenga miedo, sino que por el contrario, esté siempre atento, vigilante y firme en la fe en Jesús, que en el evangelio de hoy nos asegura su ayuda y su protección”, concluyó el obispo.+
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