Mons. Buenanueva: “En Navidad, Jesús nos invita a ser luz de los pobres, descartados y desesperados”
“Nosotros le decimos ‘Amén’ a un Dios humilde y manso, que no tiene miedo de meterse en lo más oscuro de la noche de los hombres, porque sabe que la luz de su amor es capaz de vencer toda forma de tiniebla”, sostuvo en su mensaje navideño.
“Por eso, Navidad es también una fiesta de alegría y de esperanza: ¡Jesús es el Emanuel, el Dios que está y permanece con nosotros! ¡Dios que nos tiende la mano y nos estrecha a Él como un amigo abraza a su amigo del alma!”, agregó.
El prelado recordó “un día, yendo a un retiro espiritual, una joven religiosa albanesa, sintió la voz de Cristo que le decía: ‘¡Ven, sé mi luz!’. Su nombre era Teresa: Santa Teresa de Calcuta” y subrayó: “Jesús la invitaba a ser ella misma su luz para todos los que experimentaban la oscuridad de la vida: los pobres, los descartados, los tristes y desesperados”.
¿No nos está invitando a lo mismo? Nosotros, que hemos conocido la luz del Evangelio, ¿no tenemos que sacudir nuestra tibieza y aprender a compartir esa luz con los que viven en ‘tinieblas y sombras de muerte’? ¿Podemos guardarnos mezquinamente esa Luz?”, interpeló.
El obispo advirtió que “una de las oscuridades más grandes que pueden abatirse sobre el mundo es la indiferencia que, muchas veces, es fruto del miedo y la soledad, como estos lo son de la desconfianza en Dios”.
“Por eso, al contemplar el pesebre -como hizo San Francisco de Asís- nosotros nos sentimos reconfortados porque Dios ha superado la indiferencia del corazón humano, no a base de retos, ironías o discursos moralistas, sino visitándonos y, así, involucrándose en primera persona con nuestra vida, nuestros logros y fracasos, ilusiones y proyectos, elevaciones y caídas”, aseveró.
“Ha llegado hasta lo más hondo de nuestra condición humana para, desde allí, levantarnos de toda soledad que entristece, sostener nuestro vacilante caminar y llevarnos a la plenitud de su bienaventuranza. Es la esperanza grande que sostiene nuestra vida”, añadió.
Monseñor Buenanueva afirmó: “Creemos en un Dios amor que es bastante perseverante y no se deja vencer fácilmente por las dificultades. Menos aún por nuestra dureza de corazón. Sabe bien cómo vencer nuestras resistencias, y transformarnos en instrumentos de su misericordia.
“Por eso, querido amigo: en esta Navidad, ¡dejate visitar por Jesús! Y probá también la misma felicidad de Dios, acercándote con libertad y sencillez a quienes esperan una mano amiga, una sonrisa de paz y un gesto de dignidad. ¡Muy feliz Navidad para todos!, concluyó.+
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