“Respecto de Luis NN: El Obispado, apenas tuvo noticia, por parte del damnificado, procedió a la debida ‘investigación previa’ con responsabilidad y rapidez, y la elevó a la autoridad competente de la Santa Sede. Está esperando sus decisiones y mantiene un diálogo cordial con Luis”, precisó.
“Respecto del padre Carlos Miguel Buela, fundador del Instituto del Verbo Encarnado, es correcto decir que no se han constatado casos de abusos de menores atribuibles a él. Compete agregar que han surgido otras denuncias contra él, sobre acciones en materia sexual que afectaron a religiosos y a seminaristas del Instituto”, subrayó.
“La Congregación competente de la Santa Sede, habiendo garantizado el ejercicio del legítimo derecho de defensa del afectado, determinó, conforme a procedimientos canónicos vigentes, la veracidad de las denuncias y la imputabilidad al padre Buela de comportamientos impropios con mayores de edad”, agregó.
Respecto del presbítero Fernando Yáñez, el obispo puntualizó que “desde hace seis años, se encuentra suspendido a divinis en el ejercicio del ministerio sacerdotal por su reiterada desobediencia al obispo, luego de haberse agotado todas las instancias de apelación disponibles”.
“Tiene prohibido, desde entonces, cualquier ejercicio ministerial y cualquier acto sacerdotal en público o en privado; sus reiteradas declaraciones públicas acerca de que continúa celebrando la Eucaristía y otros sacramentos manifiesta la pertinaz actitud de desobediencia a todas las autoridades de la Iglesia. Desde que se iniciaron, en el fuero penal civil, acciones contra el padre Yañez por presuntos abusos de menores judicializados a su cargo, el Obispado estuvo a disposición de las autoridades judiciales y brindó su plena colaboración para todo lo que le fue requerido”, aseveró.
“Asimismo, en ese entonces, habiendo recibido por otra vía el audio con voz del mismo padre Yáñez, que lo autoincrimina, el mismo que recientemente ha sido dado a conocer por diversos medios digitales y gráficos, el Obispado procedió a la “investigación previa” que le compete conforme al Derecho Canónico de la Iglesia y elevó su resultado a la autoridad pertinente de la Santa Sede. Ambas cosas han ameritado la solicitud de su dimisión penal del estado clerical a la autoridad competente”, sostuvo.
Texto del comunicado
Ante las dolorosas noticias de abusos sexuales de menores que afectan a la Diócesis de San Rafael y a sus familias y comunidades, difundidos por diversos medios de comunicación en las últimas semanas, las que han creado mucha confusión y escándalo, corresponde aclarar lo siguiente:
1. Respecto de Luis NN: El Obispado, apenas tuvo noticia, por parte del damnificado, procedió a la debida “investigación previa” con responsabilidad y rapidez, y la elevó a la autoridad competente de la Santa Sede. Está esperando sus decisiones y mantiene un diálogo cordial con Luis.
2. Respecto del R. P. Carlos Miguel Buela, fundador del Instituto del Verbo Encarnado: Es correcto decir que no se han constatado casos de abusos de menores atribuibles a él. Compete agregar que han surgido otras denuncias contra él, sobre acciones en materia sexual que afectaron a religiosos y a seminaristas del Instituto. La Congregación competente de la Santa Sede, habiendo garantizado el ejercicio del legítimo derecho de defensa del afectado, determinó, conforme a procedimientos canónicos vigentes, la veracidad de las denuncias y la imputabilidad al padre Buela de comportamientos impropios con mayores de edad. Asimismo, estableció que le está prohibido del modo más absoluto tener comunicación con los miembros del IVE; tampoco puede hacer declaraciones ni aparecer en público, ni participar en ninguna actividad o encuentro, sea personalmente, o sea por cualquier otro medio de comunicación.
3. Respecto del Pbro. Fernando Yáñez: Desde hace seis años, se encuentra suspendido a divinis en el ejercicio del ministerio sacerdotal por su reiterada desobediencia al Obispo, luego de haberse agotado todas las instancias de apelación disponibles. Tiene prohibido, desde entonces, cualquier ejercicio ministerial y cualquier acto sacerdotal en público o en privado; sus reiteradas declaraciones públicas acerca de que continúa celebrando la Eucaristía y otros sacramentos manifiesta la pertinaz actitud de desobediencia a todas las autoridades de la Iglesia. Desde que se iniciaron, en el fuero penal civil, acciones contra el padre Yáñez por presuntos abusos de menores judicializados a su cargo, el Obispado estuvo a disposición de las autoridades judiciales y brindó su plena colaboración para todo lo que le fue requerido. Asimismo, en ese entonces, habiendo recibido por otra vía el audio con voz del mismo padre Yañez, que lo autoincrimina, el mismo que recientemente ha sido dado a conocer por diversos medios digitales y gráficos, el Obispado procedió a la “investigación previa” que le compete conforme al Derecho Canónico de la Iglesia y elevó su resultado a la autoridad pertinente de la Santa Sede. Ambas cosas han ameritado la solicitud de su dimisión penal del estado clerical a la autoridad competente.
El Obispo de San Rafael, Mons. Eduardo María Taussig, se pone, una vez más, a la mejor disposición de las víctimas por este medio y les expresa su solidaridad y dolor; agradece las oraciones y ofrecimientos expiatorios que le han sido brindados por muchas personas de fe; alienta a tantos buenos sacerdotes y religiosos ejemplares a perseverar en testimonio cotidiano de entrega limpia y generosa a Dios y a los hombres, recordando que, como decía Benedicto XVI, “un árbol que cae no tiene que hacernos perder de vista el bosque que crece”; y llama a todos los fieles a fortalecerse en el seguimiento del Señor Jesús que en la Cruz murió y resucitó para salvarnos y santificarnos y ya llega, en esta Navidad, a todo hombre de buena voluntad.+
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