El Papa pidió perdón por los “pecados” de la Iglesia en el genocidio de Ruanda
El pontífice, quien se reunió por unos 20 minutos a puerta cerrada con el presidente de Ruanda, había ofrecido en el 2014 el apoyo de la Iglesia católica a la reconciliación en Ruanda con ocasión de los 20 años de genocidio.
La masacre de casi un tercio de la población de Ruanda, la mayor parte perteneciente a la minoría tutsi, fue perpetrada por la mayoría hutu en la total indiferencia del resto del mundo. Ante el mandatario africano, el Papa volvió a recordar, como lo había hecho en 2014, a las víctimas.
“Manifiesto el profundo dolor, de la Santa Sede y de toda la Iglesia, por el genocidio contra los tutsi y expreso solidaridad a las víctimas y a todos los que padecieron por esos trágicos acontecimientos”, dijo ante el mandatario, según la nota divulgada por la Oficina de Prensa del Vaticano.
Francisco recordó también el gesto de Juan Pablo II durante el jubileo del año 2000, cuando por primera vez pidió perdón por los horrores cometidos por los miembros de la Iglesia.
Alrededor de la mitad de los ruandeses son católicos actualmente, la otra mitad recurrió tras el genocidio a las iglesias pentecostales. La Iglesia católica fue acusada en varias ocasiones de apoyar el régimen extremista hutu y de haber participado en las matanzas. Varios sacerdotes y monjas fueron juzgados por su participación en el genocidio, en particular por el Tribunal Penal Internacional para Ruanda (TPIR). El 21 de noviembre pasado, la Iglesia católica de Ruanda, en una carta firmada por los nueve obispos del país, pidió de nuevo perdón a nombre de todos los católicos que participaron en el genocidio.
El papa Francisco renovó la imploración de perdón a Dios por los pecados y las faltas de la Iglesia y de sus miembros, entre los cuales sacerdotes, religiosos y religiosas que cedieron al odio y a la violencia traicionando su misión evangélica.
El Papa expresó también la esperanza de que este humilde reconocimiento de las faltas cometidas en aquella circunstancia, que, por desgracia, han desfigurado el rostro de la Iglesia, contribuyan, también a la luz del reciente Año Santo de la Misericordia y del Comunicado publicado por el episcopado de Ruanda en ocasión de la clausura del mismo, a "purificar la memoria” y a promover, con esperanza y confianza renovadas, un futuro de paz, dando testimonio de que es concretamente posible vivir y trabajar juntos cuando se pone en el centro la dignidad de la persona humana y el bien común.
Por último, hubo un intercambio de puntos de vista sobre la situación política y social de la región, con especial atención a algunas áreas afectadas por conflictos o desastres naturales, y se expresó una preocupación particular por el gran número de refugiados y de migrantes que necesitan la asistencia y el apoyo de la comunidad internacional y de los organismos regionales.
Después de la reunión con el Santo Padre el presidente Kagame se reunió con el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado y moneñor Paul Ricahard Gallagher, secretario para las Relaciones con los Estados. +
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