La organización judía difundió un video en sus redes sociales con el testimonio de Elena Brumana, hermana del sacerdote fallecido.
La mujer recordó que ese 17 de marzo de 1992 su padre la llamó para avisarle que había habido una explosión frente a la parroquia Madre Admirable, donde Brumana era vicario, y señaló que por horas se buscó el cuerpo de su hermano o se intentaba saber si estaba internado en algún hospital.
“Cuando se encuentra el cadáver de Juan Carlos en la morgue, no parecía un sacerdote, aunque tenía la camisa sacerdotal. Como había caído de un primer piso a la vereda, estaba lleno de polvo de escombros”, describió.
“En una de esas viene un bombero con un paño que era parte de la estola de Juan Carlos, y este bombero le entrega el estolón a monseñor (Antonio) Aloisio. Y monseñor Aloisio dijo: ‘Cuando a mí me entregan esa estola, sentí que Juan Carlos me decía: no me busquen más’”.
“Uno tiene la tentación de pensar por qué Dios permitió una muerte tan joven, tenía menos de tres años de sacerdote, y era muy querido. Por qué se interrumpía su tarea rica, tan preparada, tan elaborada”, reflexionó Brumana, y agregó: “Qué grave ha de ser el mal para que la consecuencia sea esto, porque es tan terrible la muerte, cualquier muerte es terrible”.
El homenaje de la CJL al padre Brumana culmina con una frase: “Pasaron 25 años del atentado a la embajada de Israel, seguimos reclamando justicia y recordando a las 29 víctimas” mortales.
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