Mons. Martínez: “Con el sí de estos muchachos se puede sentir a un Dios Verdadero”
La Eucaristía fue concelebrada por el obispo de Azul, monseñor Hugo Salaberry SJ, y varios sacerdotes de Posadas y de Oberá. También estuvieron presentes el equipo de formadores, el rector del Seminario, presbítero Sebastián Escalante” y los sacerdotes Javier Krawsuk y Alonso Freiberger.
Ante una importante cantidad de familiares de los seminaristas y miembros de la comunidad diocesana, ingresaron a la casa de formación sacerdotal seis nuevos seminaristas: cinco de la diócesis de Posadas y uno de la diócesis de Oberá.
Durante la homilía, monseñor Martínez destacó la importancia de agradecer a Dios por el don de la vida y la respuesta de estos jóvenes.
“Primero es importante agradecer a los jóvenes por decir que sí, un sí con su vida y con su vocación. Agradecer a todos por su presencia y su compañía en un momento tan importante para la diócesis. Hoy damos inicio a un año más de formación en nuestra casa. Queremos destacar de manera especial el acompañamiento de monseñor Hugo Salaberry, quien nos visita junto a 7 seminaristas”, indicó.
“Agradecemos a los sacerdotes que han venido incluso de la diócesis de Oberá, como el padre recién ordenado Fabián Szykowski, además el párroco de la ciudad de Apóstoles, y otros sacerdotes como el padre Miguel Moura, egresados de nuestra casa de estudios”, agregó.
El prelado aseguró que “hoy el corazón de la diócesis vuelve a abrir sus puertas, aquí vemos a Dios que obra en su amor y lo podemos palpar con nuestros jóvenes y con la respuesta que ellos dan, entregando su vida con amor al servicio y a la pastoral”, y recordó: “No se puede servir a dos señores, no se puede servir a Dios y al dinero”.
“Celebramos que estos jóvenes se integren, eligiendo servir al Señor, amor de los amores. También sabemos que hay muchas sombras y muchos gozos. Lo importante es que tengamos presente que el seminario es un lugar donde hay jóvenes que experimentan que Dios es Dios. Aquí podemos ver cómo Dios es el absoluto, es el Padre y nos ama. Esta experiencia del llamado, nos muestra que Dios es un Dios que es amor y es misericordioso”, sostuvo.
Al referirse a los llamados, subrayó: “Dios aparece en los llamados, siempre es diversa o distinta la forma de llamar. Pero siempre nos ama y nos llama como primero los llamó a Pedro, Santiago y Juan, pero ahí notamos la debilidad como con Pedro que le dijo Señor aléjate de mí, porque soy un pecador. Es allí donde vemos la experiencia de un Dios que nos llama en lo absoluto”.
“Esta sociedad nos presenta tantas ofertas mercantiles y terminamos absolutizando las cosas, sin mirar las complicaciones o las cosas que dejamos de lado. Es allí cuando tenemos que plantearnos que tenemos que revisarnos siempre. Preguntarnos si Dios es Dios en nuestro corazón. Muchas veces o situaciones en las que no discernimos bien, no somos lo suficientemente felices. Es allí cuando nos damos cuenta de que tenemos otros señores”, advirtió.
“Vivimos con alegría que estos jóvenes le dicen sí al Señor. Ellos nos hacen decir un amén al Señor y nos renuevan las esperanzas. En ellos se ve la experiencia y la respuesta del llamado. Vemos cómo Dios es el centro de nuestra vida y de nuestro llamado”, concluyó.
Al finalizar la misa, fue proyectado un video con la historia de vida de los nuevos seminaristas, mientras que el presbítero Sebastián Escalante, rector del Seminario, dio las palabras de bienvenida: “Agradecemos a las familias, y a los jóvenes por decir que sí, los animamos a seguir rezando por el camino de formación y por la vocación de estos jóvenes seminaristas y de los sacerdotes de la diócesis, este seminario es también su casa”, dijo.+
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