Durante la ceremonia llevada a cabo esta mañana en el Vaticano, el Papa bendijo y entregó el Palio a 36 obispos. En ese marco, monseñor Lozano envió un videomensaje a los fieles de su arquidiócesis.
"Queridos amigos, acabamos de tener esta muy bonita celebración en la Plaza de San Pedro. El Papa me acaba de entregar el Palio, un signo del buen pastor y de mayor comunión con él y con las diócesis vecinas en la Argentina", expresó el prelado.
"Les envío un cariño muy grande. Sé que he contado con las oraciones de ustedes. Y aquí, junto a la tumba de Pedro, renuevo mi fe en el Señor resucitado y rezo para que Él les bendiga y acompañe siempre", concluyó, enviando su afecto y bendición.
Monseñor Lozano participó de la misa por la solemnidad de San Pedro y San Pablo, en la que el Papa bendijo los palios de los 36 arzobispos metropolitanos nombrados el último año, símbolo que les será impuesto en sus respectivas diócesis.
Acudieron a la celebración eucarística, 32 de los nuevos arzobispo, entre ellos monseñor Lozano y los metropolitanos de las diócesis brasileñas de Londrina, Paraíba, Aracaju, Sorocaba y Aparecida, de la mexicana Morelia, de la venezolana Coro y de Santo Domingo.
Ceremonia de entrega del palio
El palio se confecciona con lana de corderitos bendecidos por el Papa en la fiesta de Santa Inés (21 de enero) en una capilla del Palacio Apostólico. El emblema de Santa Inés es un cordero, por la similitud de su nombre (en latín Agnes) con la palabra cordero (en latín agnus). En esa ocasión le presentan al Papa dos corderos adornados uno con flores blancas (simbolizando la virginidad de Santa Inés) y el otro con flores rojas (simbolizando su martirio).
Luego, los corderos son llevados a la Basílica de Santa Inés, en la Via Nomentana de Roma, donde está enterrada la santa, y son criados por los padres trapenses de la Abadía de las Tres Fuentes. Los palios son confeccionados posteriormente por las monjas benedictinas de Santa Cecilia con la lana recién esquilada. Luego se los coloca en un cofre sobre la tumba de San Pedro en la basílica de San Pedro del Vaticano, y en la misa de la fiesta de San Pedro y San Pablo (29 de junio) son bendecidos y entregados solemnemente por el papa a los nuevos arzobispos nombrados durante el año.
No obstante, cuando el Papa no puede hacer él mismo la entrega del palio, le corresponde la entrega al cardenal protodiácono, el mismo que anuncia Urbi et Orbi (a la Ciudad y al Mundo) la elección de un nuevo Papa.+
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