Convocada por el obispado de Villa de la Concepción del Río Cuarto, la Pastoral de Adicciones y la Asociación Nazareth, la jornada comenzó a las 10.30 en la Plaza Roca, desde donde partió una marcha por las calles del centro de la ciudad.
“Queremos unirnos en el sentir de la gente. La Iglesia está siempre en contacto de la realidad de la sociedad”, expresó el presbítero Alejandro Baumann, coordinador de la pastoral de adicciones, y explicó que “la sociedad tiene cosas muy lindas pero a veces tiene algunos ribetes difíciles de trabajar y en estos tiempos es el problema del abuso de sustancias”. El objetivo de la jornada fue, entonces, “unirnos para expresar y proclamar que esta forma de vida, el abuso, no es humano, no es cristiano y es la falsa libertad que hoy en día nos está vendiendo el consumismo”, detalló.
El sacerdote advirtió que “hoy en día, el problema de adicciones está tanto en las grandes capitales como en el pueblo más cercano alrededor de Río Cuarto” y lo consideró “serio y grave”.
En ese sentido, Baumann explicó que ese incremento en la problemática con el abuso de sustancias se debe a que se busca la felicidad en cosas superficiales y momentáneas. “Creemos que el ser humano se basa en los valores de la vida para poder buscar la felicidad. Cuando buscamos los valores en cosas superficiales, momentáneas o únicamente en el placer, surgen una falta de plenitud. Como cristianos, la plenitud la encontramos en el espíritu de Cristo que nos hace felices y lo transmitimos en los actos de la vida, en la caridad, la generosidad del amor y la fe. Cuando no está eso, hay un vacío” señaló.
“El hombre necesita llenar ese vacío interior para plenificarse. Pero cuando entramos en los conflictos, en las desilusiones de la vida, quizás hay un escape. Decimos ‘busco una escape rápido y fácil, que me saque de esto’ y tal vez eso es recaer en un problema peor” concluyó.
Por otra parte, el presbítero Darío Pérez, de la Pastoral de Adicciones, comentó que la jornada tuvo como finalidad visibilizar y concientizar sobre el consumo de drogas, revalorizando la vida humana. “Nos preocupa la realidad en la que nos encontramos. Queremos visibilizar esta problemática. Esta jornada tiene como objetivos visibilizar y concientizar. Visibilizar y acentuar la problemática de la vida nos parece la clave porque lo que está en juego acá es la persona humana. El centro tiene la persona, lo tiene la vida.
Por eso nosotros no luchamos contra el narcotráfico ni contra las drogas, eso tiene que hacerlo el Estado con sus recursos y con lo que le compete. A nosotros nos importa y nos interesa la vida” explicó.
Asimismo señaló que la situación en Río Cuarto es visible, ya que se percibe una naturalización del consumo de alcohol y de marihuana, que ha crecido abismalmente en el último tiempo, desde desde los barrios hasta el centro. “Como Comisión Nacional estamos trabajando y la realidad que nosotros vemos acá, la vemos en todos los pueblos más chicos y en todas las ciudades grandes de nuestro país. Es una situación que tenemos que reaccionar. No resignarnos a que tiene que ser así. Nosotros somos los que hacemos la sociedad. Por ese motivo tenemos que ponernos la Patria al hombro, eso es lo que significa comprometerse con esto” señaló el sacerdote.
“Hace falta políticas de Estado pero más hace falta que todos como sociedad reaccionemos ante la necesidad de construir la sociedad que queremos. Los vínculos los creamos nosotros. Nosotros podemos ser funcionales a un sistema que nos lleva para un lado o para otro con una propuesta de consumo y entre esas propuestas de consumo están las sustancias que terminan dañando nuestra vida a mediano o largo plazo y hemos. Somos nosotros los responsables. No podemos esperar de un gobierno de turno o del Estado que haga todo. Somos cada uno que hace la vida cotidiana en cada familia” puntualizó.+
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