Mons. Torrado Mosconi dedicó la parroquia de Carlos Tejedor

Mons. Torrado Mosconi dedicó la parroquia de Carlos Tejedor

Nueve de Julio (Buenos Aires) (AICA): El obispo de Nueve de Julio, monseñor Ariel Torrado Mosconi dedicó el templo de la parroquia san Juan Crisóstomo, de Carlos Tejedor, y exhortó a los fieles a “seguir haciendo de su iglesia parroquial un lugar de encuentro fraterno y espacio desde el que se proyecte una ‘Iglesia en salida’”.

El obispo de Nueve de Julio, monseñor Ariel Torrado Mosconi, presidió la ceremonia de dedicación del templo recientemente refaccionado de san Juan Crisóstomo, en Carlos Tejedor.

La celebración se llevó a cabo el miércoles 13 de septiembre y fue concelebrada por el párroco, presbítero Juan de Dios, y por el presbítero Mariano de Jesús. Participaron, además, autoridades y numerosos fieles.
En su homilía, monseñor Torrado Mosconi explicó que aunque el templo lleva muchas décadas en función, la dedicación viene a culminar toda una historia y conjunto de refacciones, constituyendo definitivamente a ese lugar en “un espacio sagrado para el culto a Dios, para las celebraciones litúrgicas de los sacramentos y para la oración personal”.

Recordó que los primeros cristianos llamaban al templo “casa de la Iglesia” (en latín ‘domuseclesiae’) y explicó que “la Iglesia viva y verdadera” no es “el edificio”, sino la comunidad de los fieles unidos en la fe y el amor. Por eso, exhortó a los fieles tejedorenses a “seguir haciendo de su iglesia parroquial un lugar de encuentro fraterno y espacio desde el que se proyecte una ‘Iglesia en salida’, auténticamente misionera, tal como insistentemente nos enseña el papa Francisco”.

Expresó que “consagrar el templo nos recuerda que Dios está habitando en medio de nuestra ciudad, que está en su casa, en medio de todos nosotros”, e instó a los fieles a mantener la tradición que nos enseñaron de niños de hacerse la señal de la cruz cada vez que pasen ante él.

“Este templo material debe hacernos reflexionar que cada uno de nosotros somos también hogar y templo de Dios porque Él habita en nuestro interior. Y así como hemos embellecido el templo material, así debe estar también nuestro corazón”, señaló. “Debemos procurar quitar de nuestro corazón todo sentimiento y deseo malo que ensucia el alma, y debemos procurar embellecerlo con las virtudes cristinas de humildad, mansedumbre y misericordia”, enseñó.

Por último, animó a los fieles a tomar “conciencia de que somos templo de Dios”, para que puedan “encender el fuego de amor y convertirse en luz para disipar las tinieblas del pecado”.

Al finalizar, el obispo bendijo las cruces empotradas en los muros de la iglesia.+

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