Card. Poli: “Benditas las manos que se ponen al servicio de los pobres”

Card. Poli: “Benditas las manos que se ponen al servicio de los pobres”

Buenos Aires (AICA): “Benditas las manos que se ponen al servicio de los pobres, que el Señor nos conceda esta gracia, no sólo en esta jornada, sino todos los días para agradar a Dios y al prójimo”, pidió el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Aurelio Poli, al presidir la misa por la Jornada Mundial de los Pobres en la parroquia Virgen de los Milagros de Caacupé, de la Villa 21 del barrio porteño de Barracas.
El arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Aurelio Poli, presidió este domingo la misa por la Jornada Mundial de los Pobres en la parroquia Virgen de los Milagros de Caacupé, de la Villa 21 del barrio porteño de Barracas, donde detalló los motivos que llevaron al papa Francisco a instituir esta iniciativa, con el lema “No amemos de palabra sino con obras”.

El purpurado centró su homilía en la Parábola de los Talentos, al advertir que los talentos hay que ponerlos “al servicio de los demás y no enterrarlos, porque enterrarlos es una actitud egoísta”.

El purpurado recordó las palabras que el cardenal brasileño Claudio Hummes le dijo a Jorge Bergoglio apenas fue elegido Papa: “Francisco no te olvides de los pobres” y destaco. “El Papa lo tomó como una consigna”.

“El Papa comenzó diciendo que quería ‘una Iglesia pobre y para los pobres’. Todo su magisterio se detiene en los pobres y en pedir que nos acerquemos a ellos, porque hay mucho que aprender de ellos, en sus dificultades, en pelearla todos los días, en no bajar los brazos…”

El primado argentino detalló que esta Jornada surgió del Año de la Misericordia y por qué el Papa quiere que esos frutos “no queden en un instante”, y subrayó que “los pobres tienen derecho a pertenecer a la Iglesia por derecho evangélico” como sostiene el Papa.

“Benditas las manos que se abren para acoger a los pobres y ayudarlos: son manos que traen esperanza. Benditas las manos que vencen las barreras de la cultura, la religión y la nacionalidad derramando el aceite del consuelo en las llagas de la humanidad”, citó al pontífice.

“Benditas las manos que se abren sin pedir nada a cambio, sin ‘peros’ ni ‘condiciones’: son manos que hacen descender sobre los hermanos la bendición de Dios”, agregó.

El cardenal Poli pidió a los presentes levantar las manos para recordar que “Dios nos las dio para el servicio de los demás, siempre” y concluyó: “Benditas las manos que se ponen al servicio de los pobres, que el Señor nos conceda esta gracia, no sólo en esta jornada, sino todos los días para agradar a Dios y al prójimo”.

Tras la misa se celebró la “Festival de la Vida”, cuyo objetivo fue “celebrar el don de la vida y la riqueza de todas nuestras pobrezas".

El cardenal Poli junto a otros sacerdotes, entre ellos el presbítero Lorenzo De Vedia y el padre Sebastián García SCJ, recorrieron el barrio e impartieron la bendición a los puestos de la Feria, además de visitar ermitas, capillas, centros comunitarios y comedores de la villa.

Luego se compartió un almuerzo comunitario en el Parque Pereyra y por la tarde, habrá bandas en vivo, intervenciones artísticas, talleres, y stands de las acciones que se llevan adelante en la arquidiócesis.+

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