Consudec: La importancia de educar en la misericordia

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Buenos Aires (AICA): “Educar en la misericordia indica dejar entrar en nuestras escuelas esa mirada transformante, original, distintiva. Nace de un corazón que se pone en el corazón del otro, que sorprende dando primero. Que se duele con el dolor del otro, pero no se queda en el llanto, descubre el dolor como instrumento que conduce a una comunión de significados”, aseguró el presidente del Consejo Superior de Educación Católica (Consudec), presbítero José Álvarez.
“La misericordia no nace después de un esfuerzo de la voluntad por ser buenos con los demás, sino de un corazón que fue tocado por el abrazo de Uno que miró nuestra pobreza, nuestra pequeñez, cuando nada merecíamos”, recordó el presidente del Consejo Superior de Educación Católica (Consudec), presbítero José Álvarez.

“Cuando éramos nada, Alguien nos miró de manera diferente del modo como nos miran y nos juzgan el resto de los hombres, aún nosotros no nos sabemos mirar y juzgar de esa manera”, subrayó.

En el editorial mensual de la revista institucional, el sacerdote destacó: “Alguien nos madrugó con su amor, lleno de novedad, de ternura, de gratuidad. Cuando ya no podíamos con nosotros mismos, ese modo de ser mirados hace nacer en nosotros un ser diferente, nos llena de confianza, de plenitud y esperanza. Nace en nosotros una nueva oportunidad que nos invita a retomar la vida y no quedarnos en el barro de nuestras miserias”.

“Así hemos aprendido la misericordia, así hemos aprendido esta antigua novedad que entró en el mundo indicando el rasgo más singular del hijo que es amado, un modo diferente de mirarse y de mirar a los otros”, sostuvo.

“En el modo de colocarse frente a sus errores y los de los demás lo primero que surge en el hijo no es la defensa, el enojo por perder el invicto de la impecabilidad, de no ser como hubiese querido. Lo que surge es la ternura consciente de ser abrazado por un amor que prevalece sobre el mal. Transforma nuestra mirada mezquina por un ser libre lleno de plenitud”, agregó.

El presbítero Álvarez afirmó que “educar en la misericordia indica dejar entrar en nuestras escuelas esa mirada transformante, original, distintiva. Nace de un corazón que se pone en el corazón del otro, que sorprende dando primero”.

“Que se duele con el dolor del otro, pero no se queda en el llanto, descubre el dolor como instrumento que conduce a una comunión de significados. La misericordia lleva al crecimiento, a la madurez”, concluyó.

Informes: www.consudec.org.+

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