Mons. Radrizzani se va agradecido de la arquidiócesis de Mercedes-Luján
“A pesar de las cruces del camino fueron años de felicidad y esta alegría se ha dado en la presencia de Jesús que se hizo patente a través del corazón de quienes me acompañaron”, expresó el arzobispo emérito y administrador diocesano.
“Aquel 17 de diciembre de 2007 cuando el nuncio me comunicaba el deseo del Santo Padre de venir a servir a esta porción del Pueblo de Dios, fui a visitar al entonces cardenal Mario Bergoglio y me dijo: ‘Esta noticia es el mejor regalo que recibo en el día de mi cumpleaños’”, recordó.
El prelado afirmó que “cuando llegué a Mercedes pude comprobar la existencia de algunos lugares con una presencia especial del Señor y de la Santísima Virgen”, y detalló: “La basílica que custodia a la patrona de la Patria, la Virgen de Luján y también los dos monasterios de vida contemplativa con mis queridos hermanos benedictinos y queridas hermanas carmelitas”.
“Otro centro de irradiación espiritual es la querida Maríapolis en O'Higgins. Finalmente, aquí en esta ciudad, una gracia muy grande para toda la arquidiócesis: el amado seminario Santo Cura de Ars”, agregó.
“Todas estas realidades, como asimismo la intensa vida que se nota en la comunidades parroquiales sirviendo especialmente a los pobres y necesitados de pan y de Dios, hace nuestra vida feliz al entregarnos a los demás. Decía Don Bosco: ‘Dios nos puso en este mundo para los demás’”, sostuvo.
El arzobispo afirmó que con monseñor Scheinig, quien asumirá el gobierno pastoral el 6 de noviembre próximo, esta jurisdicción eclesiástica “inicia una nueva etapa de vida” y subrayó: “Estoy seguro que es un don para todos por su amor a la Iglesia, su espíritu de trabajo y su deseo de conducir nuestra comunidad arquidiocesana en plena sintonía con el pontificado del papa Francisco”.
“Estoy convencido de que todos, laicos, religiosos, diáconos y sacerdotes sabrán acompañarlo para ayudarlo en la tarea de animación de esta nueva realidad y desafío que la Iglesia nos propone como arquidiócesis metropolitana. Encomiendo a la Madre de las Mercedes, nuestra patrona, y a la Virgen de Luján, patrona de nuestra Patria, lo sostenga y anime en el peregrinar que comienza. No me queda más que pedirle al Señor nos siga bendiciendo con su espíritu y la Santísima Virgen nos cobije con su ternura”, pidió.
Monseñor Radrizzani también le pidió a la comunidad arquidiocesana que rece por él y se despidió: “Gracias una vez más por el cariño que me han brindado”.+
Texto de la homilía
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