Mons. Ojea: "La Iglesia se puso en una lucha sin retorno en defensa de la Tierra"
"Al mismo tiempo, se ha puesto la denuncia profética frente a aquellos atropellos y a las faltas a la dignidad de la persona humana y los derechos humanos que se han cometido sobre estas comunidades: la contaminación del agua, la desertificación por la tala indiscriminada de árboles y las migraciones forzadas a las que se ven sometidos estos pueblos, que son realmente tremendas", agregó Ojea.
El obispo lamentó que "una enorme cantidad de estos hermanos nuestros llegan a las ciudades totalmente desprotegidos, con situaciones dificilísimas de adaptabilidad, y allí se desarrolla la trata de personas, entran en la prostitución, caen en las adicciones".
"Todo tipo de cosas denigrantes para la dignidad de la persona humana teniendo una cultura y una sociedad que permanece indiferente frente a estos desequilibrios", aseguró.
Monseñor Ojea destacó que "toda esta temática que salió en el Sínodo la Iglesia la recoge, la denuncia y va proponiendo distintas alternativas para acompañar mejor estas alianzas".
Uno de los ejes del Sínodo fue el denominado "foco socioambiental" de las discusiones, en las que los 250 participantes, entre expertos, obispos, indígenas y religiosas, abordaron la cuestión del extractivismo y los problemas de las comunidades locales.
"La Iglesia se ha puesto al lado de muchísimos hermanos de otras confesiones, incluso no creyentes, en una lucha por la defensa del planeta, por el cuidado del planeta y la denuncia de las depredaciones desde el punto de vista de la ecología y este daño tremendo que se está haciendo a este ecosistema", amplió Ojea.
En ese sentido, el obispo de San Isidro destacó la importancia que tuvieron en los debates los temas ambientales, que “contaron con los aportes de varios científicos que enriquecieron mucho la sala".
"Sabemos que el mundo de las ciencias recibió alborozadamente la encícilica Laudato si', que estuvo constantemente citada en las discusiones, ya que en el fondo el Sínodo ha pretendido poner en práctica lo que se plantea allí y dar un primer gran paso para que esta encíclica sea más conocida, difundida y practicada", consideró.
El Sínodo trató también temas relativos a la organización de la Iglesia, que este fin de semana podrían desembocar en pedidos al Papa de una mayor apertura en ejes como la ordenación sacerdotal de hombres casados en algunos casos específicos, según los resultados de la votación del documento final, que se hará el sábado.
"También se ha hablado de las comunidades amazónicas, de los ministerios en la Iglesia amazónica. Las posturas sobre estos temas han sido de una enorme riqueza, se le van a hacer propuestas al Santo Padre en esa dirección", precisó Ojea.
"Son planteos que se han hecho con mucha seriedad, que vienen de una experiencia misionera muy profunda, y que miran a una mejor evangelización de toda la región. Esto tiene que ver con algo que es paradigmático del pontificado del papa Francisco, como es la exhortación apostólica Evangelii Gaudium, y cómo el ser misionero es la prioridad de la Iglesia", recordó.
En ese sentido, monseñor Ojea, que calificó como "verdaderamente sinodal" la experiencia de debates e intercambios desarrollada a lo largo de casi 20 días, se mostró favorable a promover una "espiritualidad y una pedagogía del cuidado".
"Tenemos la gracia de que muchísimos jóvenes tienen mucha sensibilidad sobre los temas ecológicos, entonces tenemos que aprovechar esta sensibilidad para poder impregnarla de pensamiento social, para que no solamente se dé una lectura 'verde' de lo que el papa Francisco y los obispos estamos diciendo, sino que al mismo tiempo se pueda integrar", propuso el presidente de la Conferencia Episcopal.+
Publicar un comentario