Los restos del obispo, que murió en Buenos Aires, fueron trasladados a Cafayate, para el velatorio y misa exequial.
Autoridades provinciales, municipales, legisladores nacionales y provinciales acompañaron al pueblo de Cafayate en el último adiós a monseñor Jiménez.
El arzobispo de Salta, monseñor Mario Antonio Cargnello, rezó junto a los vecinos de la ciudad y contuvo a los familiares del prelado fallecidos.
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La misa exequial se celebró en el atrio de la catedral, donde monseñor Cargnello destacó la figura de su hermano del episcopado, a quien definió como “un buen pastor, sabio y servidor”.
“Gracias Señor por Demetrio y gracias Demetrio por lo que has sido para la gente y para nosotros (tus hermanos obispos) que aprendimos mucho de vos”, expresó.
El arzobispo salteño sostuvo que monseñor Jiménez fue “un hombre culto, un hombre sabio, bien preparado, inteligente no solo por lo aprendido a través de los libros, sino por su encuentro y cercanía con la gente".
“Un hombre conocer el caracú del calchaquí y de la cultura calchaquí, un pueblo con el que se identificó, por lo que quiso vivir aquí, morir aquí y quedarse aquí", agregó.
“Era un enamorado del alma de su pueblo. Disfrutaba hablar con la gente sencilla, abandonada, vulnerable”, completó.
Monseñor Cargnello recordó también alguna de sus preocupaciones sociales: "Nuestro pueblo solo necesita un poco de tierra que tenga agua; el agua vale más que todos los minerales", decía el obispo fallecido.
"Demetrio, queda tu imagen caminando de casa en casa. Demetrio, estás en tu casa. Descansa en paz", se despidió.
Asistieron a las exequias el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey; el intendente de Cafayate, Fernando Almeda; el senador nacional Juan Carlos Romero, el diputado nacional Miguel Nanni, y el ministro de Gobierno, Derechos Humanos y Justicia, Marcelo López Arias, entre otras autoridades.
Más información en la web www.prelaturacafayate.org y en Facebook: http://www.facebook.com/iglesiacafayate/.+
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