El obispo de Rafaela, monseñor Luis Fernández, presidió el jueves 24 de octubre una misa en la catedral San Rafael, en el marco de las fiestas patronales de la diócesis.
Los festejos comenzaron con el acto oficial en bulevar Lehmann y Moreno, frente al edificio municipal, y fue presidido por el intendente Luis Castellano. Finalizado el acto, tuvo lugar la procesión desde la plaza 25 de Mayo hacia la catedral San Rafael, donde se celebró la misa en honor del santo patrono, presidida por el obispo diocesano, monseñor Luis Fernández y concelebrada por sacerdotes de las parroquias locales.
En su homilía, monseñor Fernández consideró que “celebrar el aniversario de la dedicación de esta catedral, que expresa el sentir religioso del pueblo que tiene como su santo patrono al arcángel San Rafael, ícono espiritual, con el que nació y se fundó la fe cristiana en estas tierras, de mujeres y hombres que viven hoy en la ciudad de Rafaela, es ponernos en comunión con la historia y la vida, de los que habitamos esta «casa común», que es nuestra hermosa ciudad, con sus familias y escuelas, comercios y el arte, industrias y campo, donde pasamos muchas horas, nacen los hijos, dejan su sangre las distintas generaciones en el trabajo arduo y honesto, se desarrolla la vida cotidiana, dando una identidad cultural, hecha por todos, los «barrios y el centro», que nos expresa y define, aportando todos lo propio, contribuyendo a realizar la unidad de ese crisol de razas que es la Nación argentina”.
“La palabra de Dios recién proclamada, trae a nuestra realidad la posibilidad de la presencia del santo patrono San Rafael arcángel, que no es ningún mito, sino el ícono, en el que nació y se fundaron esta tierras rafaelinas donde vivimos”, afirmó el prelado.
“Relataba el texto de la Biblia que dentro del desenlace de una bodas matrimoniales entre Sara y Tobías, también se vivían tiempos difíciles, donde se había enquistado el dolor, la angustia y la tristeza, de una realidad que parecía que no tenía salida, imposible de cambiar, es donde se hace presente el arcángel San Rafael, como posibilidad de abrir caminos de esperanza, trayendo horizontes nuevos, que son capaces de futuros más alentadores, que posibiliten renovar el ánimo, la confianza ante tanto abatimiento”, expresó.
En ese marco, “aparece San Rafael, ayudando a recobrar la vista y devolver la luz ante tanta oscuridad y ceguera, del padre de Tobías que llegaba a la ancianidad defraudado de la vida, fracasado y desanimado de aquellos ideales juveniles”, añadió.
“Vino San Rafael a traer la confianza, que fue capaz de hasta hacer correr poniendo en movimiento al anciano Tobit y llevarlo a la alegría y el gozo de la alabanza a Dios, que siempre acompaña y es cercano, y es mucho más que cualquier oscuridad que envuelve a los pueblos y ciudades también en nuestros días”, comparó.
 |
“Qué hermoso y valioso, cuando el grito trágico de la violencia y el desentendimiento de mujeres y hombres que sufren en la vida, es capaz de hacerse canto y alabanza, cuando sus lágrimas después de cada jornada, abonan la tierra y se hacen en la soledad del sufrimiento que se vive en el silencio íntimo del alma, son capaces de transformarse en lágrimas que llenan los ojos y el rostro de alegría y sonrisa de un pueblo que se sabe querido y amado, respetado y todos participan de la vida, del trabajo, de la danza y del arte, que no queda para unos pocos, sino que todo el pueblo lo disfruta y lo vive como regalo y don del mismo Dios y que nos hace hermanos con todos, gestando una vida nueva y plena, y por eso se danza, se canta se abraza y se perdona, que es la alegría de vivir”, destacó.
“Esta es la bendición que llevó el arcángel San Rafael, a aquellas bodas, no dudemos hermanos que es la bendición que hoy queremos pedirle a nuestro santo patrono de Rafaela, no sólo para nuestra ciudad, sino también para nuestra Argentina, para nuestra Latinoamérica y para todo el mundo”, rezó.
“Pidamos con confianza, aunque rodeados de incendios, oscuridad, tinieblas, tempestades e inundaciones, de un estruendo tal de palabras, que aquellos que los escuchaban no querían que se les siguiera hablando, porque no podían soportar más, nos dijo la carta a los Hebreos, pero también nos decía: «Ustedes se han acercado a la montaña de Sión, a la ciudad del Dios viviente, a la Jerusalén celestial, a una multitud de ángeles, a una fiesta solemne, a la asamblea del pueblo de Dios»”, destacó.
“Aquí estamos hoy, para celebrar en nuestra Catedral, a nuestro santo patrono San Rafael. ¡Viva San Rafael!”, concluyó.+
Publicar un comentario