A.C.A.: Consolidemos la democracia en la amistad social para el bien de todos



Buenos Aires (AICA): El Consejo Nacional de la Acción Católica Argentina (A.C.A.) señaló que “el 10 de diciembre celebramos en nuestra querida Nación argentina 30 años ininterrumpidos de democracia, y lo hacemos con memoria agradecida, con esperanza, y asumiendo los desafíos que nos plantean estos tiempos, a pesar de la tristeza y preocupación que sentimos por los brotes de violencia social que se viven en estos días en varias provincias del país”. “A 30 años de haber recuperado nuestra democracia, que recordamos en el camino de la celebración del Bicentenario Patrio, pedimos a Nuestro Señor que todos los argentinos vivamos una profunda humildad social, que no anteponga los intereses particulares y sectoriales al bien común de nuestra Nación. Solo así podremos fortalecer los logros alcanzados y asumir responsablemente los retos que tenemos por delante”, subrayó en un comunicado.

El Consejo Nacional de la Acción Católica Argentina (A.C.A.) señaló que “el 10 de diciembre celebramos en nuestra querida Nación argentina 30 años ininterrumpidos de democracia, y lo hacemos con memoria agradecida, con esperanza, y asumiendo los desafíos que nos plantean estos tiempos, a pesar de la tristeza y preocupación que sentimos por los brotes de violencia social que se viven en estos días en varias provincias del país”.

En un mensaje por esta conmemoración, la organización laical consideró que se necesita “asumir como prioridad nacional y sentirnos desafiados en la erradicación de la pobreza y el desarrollo integral de todos, especialmente de los más pobres, de los jóvenes que no estudian ni trabajan, de los aborígenes que reclaman sus derechos, de los inmigrantes excluidos, de los niños y abuelos en condiciones de riesgo social”.


También estimó que urge “desterrar de entre nosotros un ‘histórico’ clima de corrupción que afecta a todos los niveles de la sociedad y cercena la confianza del pueblo, produciendo pobreza y muerte; el clientelismo político; el creciente narco negocio que hace estragos cada vez a más temprana edad; la trata de personas; así como la violencia y la inseguridad que se manifiestan de variadas formas” y “trabajar para recuperar el respeto por la familia y por la vida en todas sus formas, avanzar en la reconciliación entre sectores y en la capacidad de diálogo, alentar el paso de habitantes a ciudadanos responsables, fortalecer las instituciones republicanas, el Estado y las organizaciones de la sociedad”.


“A 30 años de haber recuperado nuestra democracia, que recordamos en el camino de la celebración del Bicentenario Patrio, pedimos a Nuestro Señor que todos los argentinos vivamos una profunda humildad social, que no anteponga los intereses particulares y sectoriales al bien común de nuestra Nación. Solo así podremos fortalecer los logros alcanzados y asumir responsablemente los retos que tenemos por delante”, subrayó.


Texto completo

El 10 de diciembre celebramos en nuestra querida Nación argentina 30 años ininterrumpidos de democracia, y lo haremos con memoria agradecida, con esperanza, y asumiendo los desafíos que nos plantean estos tiempos, a pesar de la tristeza y preocupación que sentimos por los brotes de violencia social que se viven en estos días en varias provincias del país.


Por ello, desde la Acción Católica Argentina queremos expresar nuestra…


Memoria agradecida por todos aquellos hombres y mujeres que trabajaron incansablemente para restablecer la vida democrática; por los logros que a lo largo de estos años hemos conseguido juntos: el mayor respeto por los derechos humanos, el crecimiento de la participación ciudadana, la búsqueda de la equidad social, el firme deseo de velar por la vida institucional en el marco de la pluralidad social, que a través del mecanismo ininterrumpido de las elecciones permite al pueblo elegir las autoridades que lo representen en la consecución del Bien Común.


Esperanza fundada en los anhelos de afianzar nuestro sistema democrático para que estas mismas conquistas se consoliden, abrazando a toda la persona humana desde la concepción hasta la muerte natural y a todas las personas, de modo tal que el desarrollo posibilite realmente la inclusión social de todos los hijos de este suelo. Deseamos una sana economía y una justa distribución de los bienes que no deje a nadie afuera.


Ansiamos fervientemente que nuestra democracia camine por senderos de diálogo, que superen la división y la intolerancia, como acaba de decirnos el Papa Francisco:”No necesitamos un proyecto de unos pocos para unos pocos, o una minoría ilustrada o testimonial que se apropie de un sentimiento colectivo. Se trata de un acuerdo para vivir juntos, de un pacto social y cultural”(Evangelii Gadium, 239).


Necesitamos asumir como prioridad nacional y sentirnos desafiados en la erradicación de la pobreza y el desarrollo integral de todos, especialmente de los más pobres, de los jóvenes que no estudian ni trabajan, de los aborígenes que reclaman sus derechos, de los inmigrantes excluidos, de los niños y abuelos en condiciones de riesgo social.


Necesitamos desterrar de entre nosotros un “histórico” clima de corrupción que afecta a todos los niveles de la sociedad y cercena la confianza del pueblo, produciendo pobreza y muerte; el clientelismo político; el creciente narco negocio que hace estragos cada vez a más temprana edad; la trata de personas; así como la violencia y la inseguridad que se manifiestan de variadas formas.


Necesitamos trabajar para recuperar el respeto por la familia y por la vida en todas sus formas, avanzar en la reconciliación entre sectores y en la capacidad de diálogo, alentar el paso de habitantes a ciudadanos responsables, fortalecer las instituciones republicanas, el Estado y las organizaciones de la sociedad. Nos sentimos urgidos por afianzar la educación y el trabajo como claves del desarrollo y de la justa distribución de los bienes, implementar políticas agroindustriales para un desarrollo integral. Promover el federalismo.


A 30 años de haber recuperado nuestra democracia, que recordamos en el camino de la celebración del Bicentenario Patrio, pedimos a Nuestro Señor que todos los argentinos vivamos una profunda humildad social, que no anteponga los intereses particulares y sectoriales al Bien Común de nuestra Nación. Solo así podremos fortalecer los logros alcanzados y asumir responsablemente los retos que tenemos por delante.


Nos unimos a todos los que día a día desde sus lugares de trabajo, su participación social, su tarea abnegada y silenciosa, desde los centros de estudios, en los hogares junto a sus familias, en los barrios, desde su fe, en los espacios de militancia política y en la vida pública, buscan el bien y lo realizan posibilitando así la consolidación de la vida democrática.


Pedimos a Jesús que nos conceda en esta fecha histórica, el don de la paz, el espíritu necesario para trabajar por la justicia, la “sabiduría del diálogo que no defrauda” (Oración por la Patria), la rectitud para buscar la verdad, la disposición permanente a vivir en solidaridad, con el compromiso de construir nuestro país y su sistema democrático en amistad social.


Que Dios, “fuente de toda razón y justicia” (Preámbulo de la Constitución Nacional), guíe nuestros pasos como Nación.+



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