El Chaltén (Santa Cruz) (AICA): El obispo de Río Gallegos, monseñor Miguel Ángel D’Annibale, estuvo misionando los días previos a la Navidad en las localidades de El Chaltén y Tres Lagos, en la zona cordillerana al sur de la provincia de Santa Cruz. Monseñor D’Annibale celebró la Nochebuena en ambas localidades e invitó a seguir trabajando por la paz y la unidad de las naciones, signo que se hacía presente en las celebraciones con fieles provenientes de diversas culturas.
El prelado llegó el sábado 21 de diciembre por la tarde a El Chaltén y se instaló en la capilla Nuestra Señora de la Patagonia. Allí visitó casas, comercios, dependencias públicas, hoteles y hostales que por estos días reciben turistas de todas partes del mundo que vienen a realizar caminatas por los senderos que llevan a los cerros Torre y Chaltén.
El lunes 23 se sumaron a la misión dos hermanas religiosas pertenecientes a la congregación de las Misioneras diocesanas de María Madre de la Iglesia. Al día siguiente, el obispo celebró la misa de Nochebuena en la localidad de Tres Lagos, distante a 140 kilómetros de El Chaltén, en el cruce de las rutas nacionales 40 y 288. Participaron un buen número de fieles que por primera vez tenían una misa de Nochebuena con el obispo diocesano.
Luego, monseñor D’Annibale retornó a El Chaltén y a las 21 celebró la Eucaristía con la comunidad de la capilla, fieles en general y turistas. En su homilía, el obispo destacó el misterio de un Niño que al nacer nos hace experimentar la fraternidad universal, al hacernos hijos de un mismo Padre, e invitó a seguir trabajando por la paz y la unidad de las naciones, signo que se hacía presente en la celebración con fieles provenientes de diversas culturas.
Monseñor D’Annibale destacó que el nacimiento del Hijo de Dios en un pesebre permite contemplar cómo Dios se abajó para ir al encuentro de los últimos, los que hoy viven en una realidad en la que se continúa dando las fragilidades del primer pesebre. Animó a todos los participantes a que, como lo hicieron los pastores en aquella primera Navidad, a ir hoy también al encuentro de los hermanos en los que vive el mismo Niño Dios recién nacido.+
Publicar un comentario