Chascomús (Buenos Aires) (AICA): El obispo de Chascomús, monseñor Carlos Malfa, destacó que “la Navidad renueva nuestra esperanza y nos llama a la fortaleza y a la templanza, la prudencia y la sensatez para cuidar responsablemente las instituciones de la vida democrática y con la sabiduría del diálogo profundizar los caminos de la justicia ‘tan largamente esperada’ que conducen a la paz, ‘que en sus días florezca la justicia y la paz abunde eternamente’, poniendo en el centro a los vulnerables y marginados”. Aseguró, que Jesús “nace para todos: para los que creen y los que dicen no tener fe, para los que buscan con un corazón sincero la verdad y el bien, para los que trabajan, sufren y esperan construir un mundo más humano; para los que cansados y decepcionados, viven en la angustia y en la desorientación: Jesús es Dios -con- nosotros”.
“Jesús llama hoy a nuestra puerta y pide que le hagamos lugar en nuestra vida. Llama con su amor, pero también se vale de la insatisfacción que quizás nos produce una existencia vacía, superficial y contradictoria; Jesús nos llama a través del remordimiento de los pecados que hemos cometido, mediante la nostalgia que sentimos de otras navidades, nos llama por nuestro anhelo de perdón, de limpieza, de transparencia, de honestidad; y llama, en fin, a través de nuestro deseo de ser buenos, de rezar más, de abrirnos a todos los hermanos, de vivir en la sinceridad del amor”, subrayó.
El prelado destacó que “la Navidad renueva nuestra esperanza y nos llama a la fortaleza y a la templanza, la prudencia y la sensatez para cuidar responsablemente las instituciones de la vida democrática y con la sabiduría del diálogo profundizar los caminos de la justicia ‘tan largamente esperada’ (Beato Juan Pablo II) que conducen a la paz, ‘que en sus días florezca la justicia y la paz abunde eternamente’ (Salmo 71), poniendo en el centro a los vulnerables y marginados”.
Monseñor Malfa sostuvo que Jesús “nace para todos: para los que creen y los que dicen no tener fe, para los que buscan con un corazón sincero la verdad y el bien, para los que trabajan, sufren y esperan construir un mundo más humano; para los que cansados y decepcionados, viven en la angustia y en la desorientación: Jesús es Dios -con- nosotros”.
“A todos se nos ofrece una Navidad feliz, ser iluminados y renovados al acoger al Niño Jesús, la Palabra de Dios hecha Carne, y en Él ser y vivir como hijos de Dios y como hermanos. María de Nazaret, la Virgen de la Navidad, nos entrega al Niño para que podamos augurarnos una ‘Feliz Navidad’ llena de Luz y alegría, de paz y de esperanza”, concluyó.+
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