Mons. Aguer: “La espiritualidad del clero debe fundarse en una buena teología”
En su introducción, monseñor Aguer destacó que “la espiritualidad del clero diocesano debe fundarse en una buena teología, de lo contrario puede derivar en experiencias pseudomísticas, psicoanímicas o emocionales”, y recordó el decreto "Presbyterorum ordinis" del Concilio Vaticano II. “En él encontramos la auténtica espiritualidad del sacerdote diocesano, en la gran tradición de la Iglesia”, expresó.
El arzobispo contó: “Yo fui formado en el Seminario Metropolitano de Buenos Aires cuando lo estaban dejando los jesuitas y se estaba haciendo cargo el clero diocesano, con monseñor Eduardo Pironio. Cuando él fue obispo auxiliar de La Plata, me dirigí espiritualmente con él y una y otra vez hablamos sobre la particularidad del seminario platense que, desde el principio, fue conducido por el clero diocesano”. “Aquí siempre se tuvo bien claro que la espiritualidad del sacerdote diocesano es en el ministerio; lo que lo diferencia de la vida monástica ¡Admiro lo que significa para La Plata haber tenido y tener un seminario como este!”, exclamó.
Centro de formación sacerdotal y de irradiación cultural
En adhesión al Año Vocacional arquidiocesano, el presbítero Pablo Pastrone, cuya tesis doctoral es recogida en el libro “Seminario San José de La Plata, centro de formación sacerdotal y de irradiación cultural”, dio detalles de la espiritualidad vivida en ese ámbito. “Piedad y alegría -detalló- fue el lema de los fundadores. Los modelos sacerdotales de San Francisco de Sales y de San Juan María Vianney, el santo Cura de Ars, fueron siempre fundamentales para moldear el perfil espiritual del sacerdote diocesano”, manifestó.+
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