Mons. Ñáñez: “Escuchar lo que el Espíritu dice a la Iglesia que está en Córdoba”
La Eucaristía fue concelebrada por los obispos auxiliares de Córdoba, monseñor Pedro Torres y monseñor Ricardo Seirutti, además de sacerdotes del clero arquidiocesano.
“El Espíritu Santo nos reanima y nos devuelve la confianza. Convocado desde todos los confines puede hacernos revivir e impulsarnos nuevamente a caminar juntos hacia donde el Señor nos llama. Se trata de abrir el corazón a ese ‘río de agua viva’ para que se convierta en un manantial que salte hasta la vida eterna”, graficó.
“Con esa esperanza nos hemos congregado, con esa confianza estamos suplicando por cada uno de nosotros, por nuestras comunidades y por nuestra querida Patria a la que queremos servir desde el evangelio con obras y de verdad, según el ejemplo de nuestro querido san José Gabriel del Rosario Brochero. Y con esa esperanza queremos también encarar la realización de un nuevo Sínodo Arquidiocesano, el undécimo en la historia de nuestra Iglesia local”, sostuvo.
El prelado explicó que “el Sínodo es una asamblea que, convocada y presidida por el obispo, refleja la realidad de la Iglesia diocesana y se aboca a la consideración de alguna temática específica en orden a identificar propuestas que presentadas al pastor de la Iglesia local puedan ayudarle en el gobierno de la porción del Pueblo de Dios que le ha sido encomendada”.
Tras destacar que “para el XI Sínodo hemos elegido como tema “El primer anuncio del evangelio hoy en Córdoba”, consideró oportuno recordar al respecto lo que enseña el papa Francisco en Evangelii gaudium al hablar acerca de la catequesis.
“Cuando a este primer anuncio se le llama ‘primero’, eso no significa que está al comienzo y después se olvida o se reemplaza por otros contenidos que lo superan. Es el primero en un sentido cualitativo, porque es el anuncio principal, ese que siempre hay que volver a escuchar de diversas maneras y ese que siempre hay que volver a anunciar de una forma o de otra a lo largo de la catequesis, en todas sus etapas y momentos”, citó.
“El Evangelio ha resonado y resuena en nuestra Patria desde sus orígenes. Esta es una importantísima constatación. No se nos oculta, sin embargo, que en nuestro tiempo se verifican cansancios, olvidos, descuidos de ese inapreciable tesoro. Más aún, en muchas ocasiones se ha debilitado o incluso se ha cortado la cadena en la transmisión de la fe. Se ha enfriado en muchos de nosotros el amor del principio”, advirtió, y agregó: “Es urgente e imprescindible volver como antes”.
“El Sínodo quiere ayudarnos a tomar conciencia de esta situación y con la esperanza puesta en la fidelidad del Señor, escuchar lo que el Espíritu dice a la Iglesia que está en Córdoba para que el mensaje de Jesús vuelva a resonar con la sencillez, la claridad, y sobre todo con el entusiasmo y el ardor del comienzo”, subrayó.
El arzobispo cordobés sostuvo que “en la asamblea sinodal queremos profundizar juntos el contenido del primer anuncio, a imagen del que resonó en el comienzo de la obra evangelizadora de la Iglesia, queremos además identificar quiénes son los destinatarios-interlocutores de este anuncio, en dónde realizarlo, de qué modo y en cuáles circunstancias concretarlo y quiénes deben proclamarlo”.
“Para este objetivo que constituye un verdadero desafío, necesitamos la ayuda del Espíritu Santo. Lo invocamos con confianza y fervor para que nos ilumine, nos guíe, nos sostenga, nos impulse. Más aún, para que ‘provoque’ en todos los que recibamos cordialmente ese anuncio, un encuentro verdaderamente fascinante con Jesús que nos lleve a vivir de Él y que nos vuelva deseosos de comunicarlo a todos”, aseveró.
Monseñor Ñáñez convocó formalmente al XI Sínodo Arquidiocesano a realizarse en la segunda mitad del año próximo y señaló que la Vicaría de Pastoral de la arquidiócesis es la comisión preparatoria de esta actividad.
“A la ayuda de María Santísima nos encomendamos todos para que Ella nos acompañe, nos auxilie y nos alcance la gracia de disponer nuestro corazón para escuchar con docilidad lo que el Espíritu quiere decirnos a la Iglesia que está en Córdoba y para disponernos también a llevar adelante lo que a su luz e inspiración veamos indispensable para hacer presente en todas partes el primer anuncio del evangelio de Jesús, fuente de salvación y de alegría que no pasa”, concluyó.+
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