El Pbro. Fogar detalló cómo la Pastoral Social amplia su trabajo en el Chaco

El Pbro. Fogar detalló cómo la Pastoral Social amplia su trabajo en el Chaco

Resistencia (Chaco) (AICA): El coordinador de Pastoral Social de la arquidiócesis de Resistencia, presbítero Alberto Fogar, dio detalles de cómo ese organismo amplia su trabajo en esta jurisdicción eclesiástica chaqueña. “Estamos convencidos de que en el diálogo, la escucha recíproca y el discernimiento que integra enfoques, intereses y propuestas se construye nuestra vida social de modo más justo, más solidario y más fraterno”, subrayó.
El coordinador de Pastoral Social de la arquidiócesis de Resistencia, presbítero Alberto Fogar, destacó la constitución reciente de la Mesa Grande del área, integrada por representantes de la Comisión de Cáritas, la Pastoral de Trabajadores, la Comisión Justicia y Paz y la Secretaría de Pastoral Social.

“La propuesta de futuro es convocar a participar a otros grupos de pastoral. También se programó invitar a sectores de la sociedad a que se sientan sensibilizados y comprometidos con estos temas, de tal modo que podamos recibir el aporte de todos y favorecer un compromiso común”, adelantó.

El sacerdote aseguró que “con la dinámica de la organización, se buscará promover una pastoral social para reflexionar y discernir los distintos temas que dinamizan a la sociedad de hoy, como los mencionados precedentemente, para poder expresar una palabra que ilumine, aliente y lleve esperanza a nuestro pueblo”.

“Queremos que esto movilice la ayuda solidaria hacia los más excluidos y vulnerables, es el objetivo principal hacia donde nos tiene que llevar la reflexión, esto significa: estimular una conciencia más profunda sobre los problemas sociales, llevar a cabo acciones para responder a estos desafíos y sensibilizar nuestro corazón para no pasar de largo ante el que sufre”, sostuvo.

El presbítero Fogar especificó que “la Pastoral Social es un espacio amplio de participación, por eso la convocatoria es para todos los que se quieran sumar a trabajar por una dinámica social, donde esté cada vez más animada por los valores auténticos, los que respetan, defienden y promueven la dignidad de las personas, los valores que en la situación actual de nuestra sociedad reclaman una mayor vigencia”.

“Estamos convencidos de que en el diálogo, la escucha recíproca y el discernimiento que integra enfoques, intereses y propuestas se construye nuestra vida social de modo más justo, más solidario y más fraterno”, concluyó.

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• Una mirada más social
Las problemáticas sociales fueron desde siempre preocupación y compromiso solidario de la Iglesia. Pero es evidente que en estos últimos años se hizo muy firme esta opción, sobre todo, a partir de las enseñanzas del papa Francisco donde expresa con mucha claridad esa impronta, así también, en el anuncio profético de cada visita a los distintos países donde estuvo; en la exhortación Evangelii Gaudium (2013), lo pronuncia con convicción: “Ahora quisiera compartir mis inquietudes acerca de la dimensión social de la evangelización precisamente porque, si esta dimensión no está debidamente explicitada, siempre se corre el riesgo de desfigurar el sentido auténtico e integral que tiene la misión evangelizadora.” (EG, 176) Vemos que se expresa decididamente sobre la incorporación del aspecto social en la tarea de la Iglesia, lo cual significa una mayor presencia en la vida de la sociedad. Esto permite entrar en diálogo con distintos sectores y grupos que la componen, para aportar desde el enfoque de cada uno, aquello que pueda favorecer y promover una vida digna.

Es importante consignar que esta dimensión más amplia de la evangelización abarca todos los aspectos las personas, toda la vida personal y social. Viene bien recordar lo que nos dice en Documento de Aparecida (2007): “La misión del anuncio de la Buena Nueva de Jesucristo tiene una destinación universal. Su mandato de caridad abraza todas las dimensiones de la existencia, todas las personas, todos los ambientes de la convivencia y todos los pueblos. Nada de lo humano le puede resultar extraño.” (DA, 380)

La propuesta de pastoral social tiene como objetivo incorporar una temática social muy amplia, algunos de esos temas son: la vida, la dignidad de la persona, la familia, la sociedad, la política, el bien común, la justicia, la educación, la cuestión ambiental, el trabajo, entre tantos temas importantes. Por medio de la reflexión de los mismos, deseamos un impulso más firme de un compromiso más imbuido con lo social.

Por lo expresado y de acuerdo al proceso evangelizador nuestra Arquidiócesis y para dar mejores respuestas a los desafíos de hoy, se vio la necesidad de tener un espacio para reflexionar sobre dichas problemáticas sociales actuales, es así que en septiembre de 2015 se constituyó la Secretaría de Pastoral Social con la finalidad de animar el área social de la Arquidiócesis y promover una organización convocando a distintos sectores y grupos.

• Un espacio amplio de participación y compromiso
Como decía más arriba, uno de los cometidos de dicha Secretaría es promover una pastoral social que convoque al trabajo en conjunto a todos los grupos que trabajan en dicha área pastoral. Para ese espacio, recientemente, se ha constituido la Mesa Grande de Pastoral Social, organismo integrado por representantes de la Comisión de Caritas, la Pastoral de Trabajadores, la Comisión Justicia y Paz y la Secretaría de Pastoral social. La propuesta de futuro es convocar a participar a otros grupos de pastoral. También, se programó invitar a sectores de la sociedad que se sientan sensibilizados y comprometidos con estos temas, de tal modo que podamos recibir el aporte de todos y favorecer un compromiso común.

Con la dinámica de la organización, se buscará promover una pastoral social para reflexionar y discernir los distintos temas que dinamizan a la sociedad de hoy, como los mencionados precedentemente, para poder expresar una palabra que ilumine, aliente y lleve esperanza a nuestro pueblo.

Queremos que esto movilice la ayuda solidaria hacia los más excluidos y vulnerables, es el objetivo principal hacia donde nos tiene que llevar la reflexión, esto significa: estimular una conciencia más profunda sobre los problemas sociales, llevar a cabo acciones para responder a estos desafíos y sensibilizar nuestro corazón para no pasar de largo ante el que sufre.

En muchos casos, se daría la posibilidad de coordinar actividades con las instituciones de nuestra sociedad para trabajar conjuntamente, respetando la autonomía y conservando la transparencia necesaria que se espera en este tipo de tarea social.

• Un pensamiento social que edifica una vida digna
Para asumir estos desafíos se necesita un enfoque temático que ilumine y oriente la vida en sociedad, en ese sentido el pensamiento social cristiano aporta una luz a la realidad actual, siempre en diálogo y valorando las otras miradas que ayudan a la construcción de una vida digna, donde se respeten los derechos de la personas y de los pueblos.

Es por esto, que las orientaciones de la Iglesia han insistido sobre la importancia del conocimiento de dichos temas; como bien ya lo proponía la Exhortación Ecclesia in America (1999): “Ante los graves problemas de orden social que, con características diversas, existen en toda América,… se puede encontrar en la Enseñanza Social de la Iglesia la respuesta de la que partir para buscar soluciones concretas. Difundir esta temática constituye, pues, una verdadera prioridad pastoral. Para ello es importante que en América los agentes de evangelización (Obispos, sacerdotes, profesores, animadores pastorales, etc.) asimilen este tesoro que es la Enseñanza Social de la Iglesia, e, iluminados por ella, se hagan capaces de leer la realidad actual y de buscar vías para la acción. A este respecto, hay que fomentar la formación de fieles laicos capaces de trabajar, en nombre de la fe en Cristo, para la transformación de las realidades terrenas…” (EA, 54)

También, es importante incorporar mucho más en la formación del cristiano, desde la catequesis en adelante, este capítulo de enseñanza cristiana, de tal modo que toda la formación esté impregnada por este contenido. Como se decía más arriba, nuestra acción y vivencia de la fe deben estar orientadas hacia un compromiso con la realidad cotidiana, explicitada muy claramente por la temática social. Entonces, promover el conocimiento fundamental de esta enseñanza para fomentar la reflexión personal que movilice el compromiso social, será un programa estimulante a llevar adelante.

En lo que respecta a estos espacios de estudio y reflexión, estamos en marcha con la organización de la II Jornada del Pastoral Social, cuyo tema es profundizar la temática de la educación abordada el año pasado en la primera jornada. Este evento nos permite considerar un tema que es central en la acción política, base fundamental para la edificación de nuestra sociedad. Muy pronto publicaremos el programa que se desarrollará.

La pastoral social es un espacio amplio de participación, por eso la convocatoria es para todos los que se quieran sumar a trabajar por una dinámica social, donde esté cada vez más animada por los valores auténticos, los que respetan, defienden y promueven la dignidad de las personas, los valores que en la situación actual de nuestra sociedad reclaman una mayor vigencia.

Estamos convencidos que en el diálogo, la escucha recíproca y el discernimiento que integra enfoques, intereses y propuestas se construye nuestra vida social de modo más justo, más solidario y más fraterno.+

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