Mons. Arancedo: “No podemos hablar de la Iglesia, si no es partir de Jesucristo”
El prelado sostuvo que “Nadie puede arrogarse en la Iglesia una autoridad o lugar que no tenga su fuente en la voluntad fundacional de Jesucristo. Esto forma parte de esa pedagogía de Dios que actúa y construye su obra con nosotros”.
“Es cierto, percibimos una distancia entre lo divino y lo humano, entre Dios y nosotros. Para superarla nuestra inteligencia necesita apoyarse en el testimonio de un testigo en quien confiar. Este es el lugar y la misión de Jesucristo, que nos comunica esta verdad salvífica que tiene su fuente en Dios”, subrayó.
El arzobispo santafesino destacó que “la Iglesia es divina porque nace en el designio de Dios manifestado en Cristo, pero es humana en su expresión. Esta es su verdad y su fragilidad” y recordó que “cuando rezamos el Credo, luego de profesar nuestra fe en Dios, que es: Padre, Hijo y Espíritu Santo, decimos: Creo en la Iglesia, que es Una, Santa Católica y Apostólica”.
“Ella forma parte de nuestra fe porque ha sido creada por Jesucristo como lugar de encuentro con Dios y sacramento de su presencia entre nosotros. A esta Iglesia la llamamos nuestra Madre y de ella nos sentimos ‘piedras vivas’, llamados a continuar la obra de Jesucristo, para la alabanza de Dios y al servicio de nuestros hermanos. No podemos hablar de la Iglesia, si no es partir de Jesucristo”.+
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