Organizaciones católicas reaccionan a los dichos de Lanata contra el Papa y la Iglesia
El mensaje de respuesta a Lanata lleva la firma de la Red Argentina de Laicos (Relai), el Movimiento Misioneros de Francisco, la Red Solidaria de Salud, la Red de Infancia (Redinfa), la Fundación Che Pibe y la Fundación Educar para un Mundo Mejor.
Las organizaciones católicas advirtieron que agredir a la persona del papa Francisco y a tantas personas, que en silencio y en los lugares más diversos del mundo, sirven a los niños impulsadas por su convicción religiosa, nada tiene que ver con la denuncia que el señor Grabois radicó contra el señor Lanata.
Descalificar moralmente el trabajo comprometido de tantos sacerdotes, religiosas y religiosos, laicas y laicos que entregan su vida por la niñez vulnerable y vulnerada, a causa de algunos que cometen actos aberrantes amparándose en la posición del ascendiente moral que les da su rol sobre la conciencia de esos niños y niñas, es una injuriosa falta a la verdad por parte del Sr. Lanata, sostuvieron.
Condenamos firmemente y consideramos repugnantes los actos de abuso de toda índole que se cometen contra niños y niñas. Al mismo tiempo destacamos la entrega comprometida de la inmensa mayoría de cristianos, cristianas y personas de buena voluntad de diversas convicciones que se brindan en el servicio a las niñas y niños. Esta inmensa mayoría silenciosa honra con su ejemplo a la humanidad, diferenciaron.
Las organizaciones católicas se unieron a las personas que sin distinción de pertenencia religiosa ni de otra índole, que cultivan los valores de la honestidad, la lealtad, la veracidad, el compromiso con y por las personas más desfavorecidas, en particular las niñas y niños que sufren.
No dejemos que los intereses que detentan distintas formas de poder y que pretenden dividirnos minen nuestro anhelo por una cultura del encuentro, con lugar para todos. Y con los niños primero. Sumate y difundilo, pidieron.
Texto del mensaje
Días pasados, en una nota radial, el Sr. Jorge Lanata mantuvo una discusión con el Sr. Juan Grabois, a raíz de la denuncia que el Movimiento de Trabajadores Excluidos que el Sr. Grabois integra, por la entrevista a un menor apodado el Polaquito, que se emitió en el programa televisivo que conduce el periodista mencionado.
Observamos, con dolor, que en la discusión radial el Sr. Lanata se extralimitó faltando a la verdad que es lo que los ciudadanos esperamos del periodismo.
A diferencia de las injustas generalizaciones vertidas por el señor Lanata sobre que la Iglesia en su conjunto abusa de los menores queremos recordarle que la Iglesia está integrada por cientos de millones de personas con recta intención en todo el mundo.
En la entrevista radial, Lanata atacó a la persona del papa Francisco y, con burdas generalizaciones y chicanas, terminó difamando a los millones de consagrados y laicos cristianos que trabajan silenciosa y comprometidamente con personas vulneradas y sufrientes de toda índole.
Agredir a la persona del papa Francisco y a tantas personas, que en silencio y en los lugares más diversos del mundo, sirven a los niños impulsadas por su convicción religiosa, nada tiene que ver con la denuncia que el señor Grabois radicó contra el señor Lanata.
Descalificar moralmente el trabajo comprometido de tantos sacerdotes, religiosas y religiosos, laicas y laicos que entregan su vida por la niñez vulnerable y vulnerada, a causa de algunos que cometen actos aberrantes amparándose en la posición del ascendiente moral que les da su rol sobre la conciencia de esos niños y niñas, es una injuriosa falta a la verdad por parte del Sr. Lanata. Condenamos firmemente y consideramos repugnantes los actos de abuso de toda índole que se cometen contra niños y niñas. Al mismo tiempo destacamos la entrega comprometida de la inmensa mayoría de cristianos, cristianas y personas de buena voluntad de diversas convicciones que se brindan en el servicio a las niñas y niños. Esta inmensa mayoría silenciosa honra con su ejemplo a la humanidad.
Con serena determinación nos unimos a las personas que habitan nuestro país, sin distinción de pertenencia religiosa ni de otra índole, que cultivan los valores de la honestidad, la lealtad, la veracidad, el compromiso con y por las personas más desfavorecidas, en particular las niñas y niños que sufren. No dejemos que los intereses que detentan distintas formas de poder y que pretenden dividirnos minen nuestro anhelo por una cultura del encuentro, con lugar para todos. Y con los niños primero. Sumate y difundilo.+
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