En el mensaje, enviado a su hermana la marquesa Adriana Cordero Lanza di Montezemolo, el pontífice expresó que “la desaparición de su querido hermano, el venerado cardenal Andrea Cordero Lanza Di Montezemolo, suscita en mi ánimo un sentimiento de admiración sincera por un estimado hombre de iglesia que vivió con fidelidad su largo y fecundo sacerdocio y episcopado al servicio del evangelio y de la santa sede”
Sobre su papel como Nuncio, el Papa recordó “con gratitud” su “generosa labor en las representaciones pontificias de varios países, especialmente en Papúa Nueva Guinea, Nicaragua, Honduras, Uruguay, Israel e Italia”.
“Destinado como arcipreste de la Basílica papal de San Pablo Extramuros, dio testimonio de un compromiso particularmente intenso y competente tanto desde el punto de vista pastoral como organizativo y artístico y cultural, encaminado a restituir vitalidad espiritual a todo el complejo, y nuevo impulso a la vocación ecuménica de ese lugar de culto”, añadió el Santo Padre.
Finalmente, el pontífice elevó sus oraciones para que, “por la intercesión de la Virgen María y del apóstol de las gentes, el Señor reciba a este llorado Purpurado en la alegría y la paz eterna”.
“Envío a usted la bendición apostólica, así como a los que comparten el dolor por la desaparición de un pastor tan entregado”, concluyó en su mensaje a la hermana del fallecido cardenal.
El cardenal Cordero Lanza di Montezemolo fue entre 1990 y 1998 el primer nuncio apostólico para Israel y Palestina. Con dedicado interés por la heráldica eclesiástica, diseñó el escudo de armas de Benedicto XVI en 2005 y el escudo de armas de muchas instituciones católicas, así como de obispos y cardenales.
El purpurado había nacido en Turín el 27 de agosto de 1925. Después de estudiar y trabajar como arquitecto, se formó como sacerdote para la diócesis de Roma. Fue ordenado en 1954 y luego seleccionado para el servicio diplomático, sirviendo en nunciaturas en todo el mundo.
En 1980 se convirtió en nuncio apostólico en Honduras y Nicaragua. Más adelante se desempeñaría como nuncio en Uruguay, Papúa Nueva Guinea, Jerusalén, Chipre, Jordania, Italia y San Marino. Jugó un importante papel en el establecimiento de relaciones diplomáticas plenas entre la Santa Sede e Israel, en 1993.
El papa Benedicto XVI lo nombró arcipreste de la Basílica de San Pablo Extramuros en 2005, siendo responsable de supervisar gran parte del trabajo de restauración dentro de la basílica, incluido el trabajo en la tumba de San Pablo. Fue creado cardenal en 2006. +
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