En Navidad, Mons. Vázquez llama a caminar al encuentro con Dios
“La Navidad de 2017 nos encuentra en los comienzos de un nuevo caminar como Iglesia de Morón. Porque el 7 de octubre, en la fiesta de Nuestra Señora del Buen Viaje, la Señora del camino, iniciamos el primer Sínodo diocesano asumiendo este desafío de caminar juntos”, expresa en su carta, y recuerda las expectativas de este camino.
Por un lado, el prelado destaca la importancia de “Salir de sí”, que implica “un abandono de toda postura autorreferencial” para asumir el camino con sensibilidad pastoral para “leer dentro de la realidad” y así poder “discernir los signos de los tiempos”.
Luego recuerda que es un “camino para el Encuentro”, al explicar que “salir de sí es ponerse en camino para celebrar en la vida el encuentro con los otros, el cual está íntimamente ligado al encuentro con Dios”.
“Por eso rezar de verdad es salir de sí, descentrarse. El camino de la oración es abandono de sí, abandono dinámico, activo en la confianza. La verdadera oración la que nos enseñó Jesús nos anima a decir Padre Nuestro, y por tanto, nos conduce al encuentro con los hermanos. Cuando rezo solo y digo Padre Nuestro lo estoy diciendo con mis hermanos”, agrega.
En tercer lugar, menciona “un Dios en salida, el Dios del camino y del encuentro”, refiriéndose, en palabras de San Juan Pablo II, a que “no es sólo el hombre quien busca a Dios, sino que es Dios quien viene en Persona a hablar de sí al hombre y a mostrarle el camino por el cual es posible alcanzarlo”.
“Dios es familia, Trinidad, comunidad. Dios, comunión de amor”, sostiene el prelado, y afirma que “ese Dios Trinidad sale de sí en puro desborde de amor: en la creación: en la encarnación, es decir en el misterio de la Navidad, y en el don del Espíritu en Pentecostés”.
“El Dios en salida es un Dios peregrino y caminante que asume en la encarnación del Hijo el camino del hombre. Se hace hombre por obra del Espíritu Santo en el seno de María y así comienza a caminar como hombre, así comienza a hacer la experiencia de lo humano”, añade.
Llegando al final de su carta, monseñor Vázquez hace hincapié en “María la que se puso en camino”, para nombrar a quien “impulsada por el Espíritu Santo, embarazada de Dios, se pone en camino”, saliendo de sí y comenzando a recorrer “los caminos de todos los hombres y mujeres, especialmente de los pobres, los humildes, los que no cuentan, y lo hace con prontitud, sin vueltas”.
“María lleva en su seno al Hijo de Dios para entregarlo a todos… María se convierte así, en la primera evangelizadora… es por eso también la primera misionera, la primera peregrina. María no se queda, no se instala, María sale al encuentro, María se mueve, María visita, María se pone en camino para servir”, insiste.
“La Iglesia de Morón se siente reflejada y desafiada por este misterio de la Visitación, misterio del caminar, de una Iglesia que no se queda sino que se mueve, que sale al encuentro y lo genera”, afirma.
Por último, el obispo se refiere al “camino de Dios, camino del hombre, camino de la Iglesia”, al afirmar que “Dios en la Encarnación se hace camino que conduce al hombre a la verdad, es decir, a la plenitud de sentido”.
“Por la Encarnación Dios se ha unido, en cierto sentido, a todos y a cada uno de los hombres. Así es como en el misterio del Verbo Encarnado se esclarece el misterio del hombre”, explica el obispo, y asegura que “el dinamismo de la salida, del caminar y del encuentro que se verifica en la Encarnación se prolonga en la Iglesia”, porque “Jesucristo es el camino principal de la Iglesia” y es también “el camino hacia cada hombre”.
“La Iglesia en salida, la Iglesia camino, es la Iglesia que transita los caminos concretos por los que a su vez transitan los hombres y mujeres concretos y los pueblos. Es la Iglesia, Pueblo de Dios, Iglesia peregrina, solidaria de la suerte del hombre, especialmente solidaria con la situación actual de los pobres, los sufrientes, los excluidos, los sobrantes. Iglesia solidaria con las mujeres que sufren la violencia de todo tipo, sometidas y esclavizadas por la trata de personas. Iglesia solidaria que sufre y llora con los adolescentes y jóvenes sumergidos en el mundo de las adicciones y sobre todo que siente en carne propia la orfandad y el abandono de tantos chicos y chicas sin horizontes que han perdido el sentido de la vida. ¡Cómo no conmoverse, cómo no consternarse frente al fenómeno de porcentajes en crecimiento del suicidio de adolescentes y jóvenes!”, exclama.
“El camino de la Iglesia es el hombre” afirma el prelado, y reconoce que “este es también el camino de nuestra Iglesia de Morón: los hombres y mujeres de este pueblo, los jóvenes, los niños. La gente concreta de Morón es el camino de la Iglesia de Morón, que se ha puesto en marcha dispuesta a compartir los gozos, los dolores, las luchas y esperanzas de la gente”.
“Queremos ser cada vez más Iglesia que humaniza, abierta al mundo, que dialoga con todos”, propone el obispo, y recuerda: “La Iglesia que escucha a Dios, que habla desde la realidad y que capta los signos de este tiempo. Iglesia que ve, escucha y se compromete. Iglesia que abre puertas y construye puentes. Iglesia que opta por los pobres y se nota.”
“Queremos ser una Iglesia capaz de colaborar con la gestación de una nueva cultura de encuentro, de amistad social, y de solidaridad”, afirma, y reitera la invitación “a caminar juntos, a celebrar la vida, a ponernos en marcha con entusiasmo en “una nueva etapa de la evangelización, marcada por la alegría”.
Videomensaje
Por otro lado, y a través de un videomensaje, monseñor Vázquez, envió un saludo a los fieles de la diócesis deseando “que juntos podamos generar ese encuentro que se da entre Dios y el hombre y que contemplamos en el pesebre”.
“En esta Navidad que se acerca quiero dirigirme a todos ustedes, a este pueblo de Morón, a esta Iglesia que peregrina en Morón, para desearles una feliz Navidad y para que juntos podamos generar ese encuentro que se da entre Dios y el hombre y que contemplamos en el pesebre”, expresó el obispo.
“En esa fragilidad del niño, ahí está ese encuentro de amor infinito entre Dios y el hombre”, afirmó, y deseó “que verdaderamente sepamos nosotros, caminando juntos, generar esta cultura del encuentro, esta amistad profunda entre todos, este ‘ser pueblo de Dios’ que peregrina”, continuó.
Finalmente, deseó una muy feliz Navidad, y recordó que “Dios está con nosotros”.+
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