La celebración comenzó a las 21 con una misa presidida por el arzobispo de Córdoba, monseñor Carlos José Ñáñez, en las instalaciones del colegio Nuestra Señora del Huerto. Finalizada la Eucaristía, comenzó la cena que no sólo convocó a personas solas y en situación de calle, sino que se acercaron también familias, matrimonios y profesionales.
Luego de la cena se realizó un brindis, y el festejo se extendió hasta las 3 de la madrugada. El presbítero Francisco Jaramillo se mostró sorprendido por la convocatoria, y el sacerdote Pablo Ureta, de la iglesia Nuestra Señora del Carmen señaló que lo bonito de esto es que lo vamo armando entre todos con la gente que voluntariamente se acerca.
Es el signo que nos va marcando el rumbo en que queremos caminar como Iglesia y como país, que queremos ofrecer a la sociedad argentina, consideró el sacerdote, y reconoció que estamos muy peleados, enojados, y la Navidad viene a recordarnos que somos hermanos, que Dios vino para acercarnos y para que haya justicia. Buscamos poder mirarnos como hermanos, concluyó.+
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