En su carta, el obispo explica que “la Asociación Virgen María de la Cobrera la que cura sana y libera es una Asociación Civil. Por lo que no se trata de una Asociación eclesiástica”, y que se ha instituido una Comisión Diocesana “con el fin de estudiar, acompañar pastoralmente y discernir la autenticidad y eclesialidad de los hechos en relación con la así llamada ‘Virgen de la Cobrera’ y las expresiones anexas a la misma, en conformidad con los Documentos emanados por la Santa Sede y actualmente vigentes”.
Por otra parte, el prelado informa que se ha designado al presbítero Ignacio Daminato, vicario episcopal para el Decanato Sur, como delegado en nombre de la Iglesia católica para acompañar pastoralmente a los involucrados.
Finalmente, advierte que “en la diócesis de San Luis no ha sido delegado ningún laico para imponer las manos o administrar sacramentales o bendecir a los enfermos, a tenor del c. 1168 del Código de Derecho Canónico y del Bendicional”, y tampoco se ha autorizado “la construcción de ninguna Iglesia en el lugar de convocatoria de la así llamada ‘Virgen de la Cobrera’”.
Hasta que la Iglesia no dé por finalizado el tiempo de discernimiento inicial, monseñor Martínez Perea manifiesta que “No se ha autorizado a ningún sacerdote a celebrar la Santa Misa en el predio dedicado a la así llamada ‘Virgen de la Cobrera’” y pide a los interesados “abstenerse de publicar mensajes, hacer publicidad o difundir medallas, estampas, imágenes o semejantes”. Aclara también que “no ha sido aprobada por la Iglesia Católica ninguna oración referida a la así llamada ‘Virgen de la Cobrera’” y que “no pueden ser solicitadas bajo el nombre de ‘La Virgen de la Cobrera’ intenciones tanto impetratorias como en acción de gracias para la santa misa”.
“Se exhorta a la Asociación Civil Virgen María de la Cobrera la que cura sana y libera para que, manteniendo asiduo contacto con el sacerdote delegado y la Comisión diocesana referida, coopere eclesial y dócilmente a sus directivas”.
“Confío en la intercesión de la Inmaculada Concepción, madre de todos los cristianos, para que iluminando a todos los interesados durante este tiempo de estudio, acompañamiento y discernimiento eclesial crezcamos en la oración y conversión personal”, concluye.+
AICA la hacen y la sostienen sus propios lectores mediante aportes voluntarios. Para enviar su donativo mediante tarjeta de crédito o de débito, transferencia bancaria, Pago Fácil, Rapipago y otras opciones, ingrese en: http://donar.aica.org/
Publicar un comentario