En Navidad, Mons. Conejero pidió poner en práctica el perdón, la paz y el amor
La violencia hay que desterrarla de nosotros, sobre todo en este tiempo de la venida de Jesús. Paradójicamente, ahora que se anuncia la paz y la llegada del Hijo de Dios, ocurren estos disturbios que ya parecen una tradición o herencia. Quizás los ánimos al final del año están saturados o cansados y las tensiones afloran. Ahora, hay que rechazar en nuestro corazón todo lo que sea violencia y establecer la serenidad y la calma, buscando el bien común, sostuvo.
El prelado advirtió que en la actualidad el consumismo se ubica por encima del verdadero espíritu navideño, por lo que consideró que éste es el terreno propicio para evangelizar y presentar el nacimiento del Niñito Jesús, con la humildad del Pesebre de Belén.
También exhortó a poner en práctica los valores de la paz, el amor y la solidaridad hacia el prójimo, y afirmó que todavía nota muchas desigualdades sociales en la provincia, con sectores que se deben conformar con lo mínimo para vivir.
Lo justo sería que vayamos avanzando y progresando en una mayor igualdad, en una participación real; y quienes fuimos más favorecidos, ser condescendientes y ser más humildes. Debemos acercarnos a los más pobres, con una acción concreta, que es el compartir, aseveró.
Asimismo, destacó el mensaje del papa Francisco, al instar a los fieles a entender que todos forman una sola familia por ser hijos de Dios y llamar a vivir y construir la verdadera fraternidad.
Por último, monseñor Conejero Gallego expresó un deseo: Ojalá que aquí en Formosa, con múltiples problemas, porque siempre fue una provincia pobre en el concierto del país, con los dones y valores del Espíritu Santo, construyamos desde la paz y el diálogo una mayor igualdad.+
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