Mons. Castagna destacó el modelo de la Sagrada Familia de Nazaret
Es Ella de singular y excepcional identidad, capaz de reunir, en estado perfecto, los valores que la constituyen. La santidad de sus miembros abre un panorama humano asequible para quienes desean abordarlo con generosa disponibilidad, aseguró.
Las objeciones, que hoy intentan conculcarla, no convierten a la familia en un imposible, sostuvo, e indicó: Su garante es el mismo Dios: porque no hay nada imposible para Dios.
El prelado recordó la claridad de las palabras del papa Francisco al hablar de la Sagrada Familia: La familia de Jesús, llena de gracia y de sabiduría, no era vista como una familia rara, como un hogar extraño y alejado del pueblo.
Está en línea coherente con el Misterio de la Encarnación. El Hijo de Dios, al encarnarse, aparece como uno más entre los hombres. Sabemos que, aunque verdadero hombre, no es uno más. Es Dios que, para redimirla, hace propia la dañada naturaleza humana. En el catecismo, que hemos aprendido cuando niños, afirmábamos: Es verdadero Hombre y verdadero Dios, subrayó.
Texto de la sugerencia
2.- La Sagrada Familia de Nazaret. Hoy celebramos a una Familia que es modelo de su original y providencial proyecto. Es Ella de singular y excepcional identidad, capaz de reunir, en estado perfecto, los valores que la constituyen. La santidad de sus miembros abre un panorama humano asequible para quienes desean abordarlo con generosa disponibilidad. Las objeciones, que hoy intentan conculcarla, no convierten a la familia en un imposible. Su garante es el mismo Dios: porque no hay nada imposible para Dios (Lucas 1, 37). Lo expresa con claridad el Papa Francisco, hablando de la Sagrada Familia: recordemos que la familia de Jesús, llena de gracia y de sabiduría, no era vista como una familia rara, como un hogar extraño y alejado del pueblo. (Amoris Laetitia n° 182) Está en línea coherente con el Misterio de la Encarnación. El Hijo de Dios, al encarnarse, aparece como uno más entre los hombres. Sabemos que, aunque verdadero hombre, no es uno más. Es Dios que, para redimirla, hace propia la dañada naturaleza humana. En el catecismo, que hemos aprendido cuando niños, afirmábamos: Es verdadero Hombre y verdadero Dios.
3.- Proyecto auténtico de la familia humana. La Familia de Jesús, María y José, expone al mundo toda la verdad sobre la familia. Los cristianos necesitan aprender y realizar esa verdad. Es triste cuando, ellos también, la contradicen: negándola, retorciéndola o relativizándola. El gran desafío actual para la fe cristiana es santificar los vínculos conyugales y las familias en ellos fundadas. La gracia de Cristo está al servicio de ese proyecto original e indeformable. La gracia es eficaz; hace posible que el bien se produzca y que el mal sea extirpado. Es preciso confiar en ella y disponer de su suministro a través de los medios que el mismo Señor ha establecido: la Palabra divina, los sacramentos celebrados por la Iglesia y la práctica de las virtudes cristianas. Grandes convertidos como San Pablo, San Agustín y el Beato Carlos de Foucauld, se constituyen en testigos incontestables de tal eficacia. La santidad es consecuencia de la acción del Espíritu, en naturalezas con frecuencia muy lastimadas. Es sorprendente lo que la gracia produce. El ideal de la familia cristiana - o no cristiana - está revelado en la Sagrada Familia de Nazaret. Ofrece los valores que nuestra sociedad progre está vulnerando escandalosamente.
4.- Su estado actual y sus desafíos. La confusión, incluso entre quienes se auto califican cristianos, cunde como reguero de pólvora. En virtud de la misma se promueve el emparejamiento entre los jóvenes - y no tan jóvenes -postergando para más adelante, o para nunca, la celebración del matrimonio. Es un retroceso empobrecedor que hace estragos en la vida contemporánea. La restauración del noviazgo, moral y espiritualmente asistido, implica la práctica tradicional de una responsable preparación para asumir el estado familiar sobre la base necesaria del amor conyugal. La fe en Cristo favorece esa casi abandonada práctica. Exige, como única alternativa, un combate sostenido contra la práctica contraria, que ha promovido como naturales las relaciones sexuales extramatrimoniales y, en consecuencia, la devaluación de la virginidad, el celibato y la misma maternidad. La Sagrada Familia presenta al mundo valores objetivos y universales, con un lenguaje humano incomparable.+
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