El libro muestra una procesión llevada a cabo en Erbil, la primera manifestación de fe que pudieron hacer los cristianos de Irak tras huir de sus hogares en 2014 por a la llegada del Estado Islámico a la Llanura del Nínive. Para la ocasión, el papa Francisco envió un videomensaje en el que llama a los líderes religiosos a “denunciar todo tipo de violación a la dignidad”.
“El cómic no es solo para los niños, es una expresión gráfica que une a las imágenes la narración. Por tanto, desde este punto de vista, es más eficaz porque llega más claramente al destinatario y tiene la ventaja de aunar a un público joven y adulto, es decir, unir en una misma obra a los destinatarios del mensaje”, afirmó el editor del cómic Gian Micalessin.
La razón principal por la que se editó el libro es que en el mundo no es del todo conocida la gravedad de la persecución que sufren los cristianos por el simple hecho de serlo. Según los últimos datos, en 50 países unos 215 millones de cristianos son marginados, acosados, discriminados o incluso asesinados.
“Quizá nos hemos dado más cuenta de la persecución a los cristianos desde que emergió el Estado Islámico, pero deberíamos habernos dado cuenta antes. Es una tragedia, es un fenómeno a grandísima escala, que nosotros como cristianos europeos, muchas veces infravaloramos o muchas veces no vemos”, añadió el editor.
Antes del yihadismo en Oriente Medio, los cristianos ya eran víctimas de la violencia. En India, en el estado de Orissa, durante el verano de 2008 decenas de extremistas hindúes asesinaron a más de 100 cristianos y destruyeron 300 iglesias.
En Argelia, en 1996, radicales islámicos secuestraron a siete monjes trapenses del monasterio de Tibhirine y después los asesinaron. Sus cabezas fueron halladas en la cuneta de una carretera.
La persecución a los cristianos recorre el mundo de un extremo a otro con lugares donde incluso está prohibido creer en Dios.
“El agujero negro del planeta para la libertad religiosa es Corea del Norte. Recordemos que allí no existe un solo sacerdote. Oficialmente no existe un solo creyente. Si una persona profesa la fe o sospechan que lo hace termina en un lager donde hay otras personas sospechosas de profesar la fe. Y la única opción que tienen es escapar a China, otro país donde los cristianos también son perseguidos”, alertó Micalessin.
Iniciativas como estos libros gráficos nos recuerdan que los héroes no son una fantasía: quienes están dispuestos incluso a morir por defender sus creencias son auténticos héroes de carne y hueso.+
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