El grupo de refugiados participó de la misa de Nochebuena en la parroquia San Roque, de la capital provincial, y luego compartieron una cena en la que también estuvo el obispo de San Luis, monseñor Pedro Daniel Martínez Perea.
Esta comunidad parroquial acompañó pastoralmente durante su primer año de estadía en San Luis a las familias sirias que huyeron del horror de la guerra y la persecución religiosa.
Durante la celebración eucarística de Nochebuena se les dio la bienvenida a las nuevas familias sirias llegadas hace pocas semanas.
Al término de la misa, el grupo de refugiados compartió una cena, juegos, bailes y regalos, en un clima de paz y de alegría fraterna.
Lana y Majd fueron los primeros sirios en elegir San Luis como su tierra para volver a empezar. Afincados en las residencias de estudiantes de la Universidad de La Punta entienden español y lo hablan bastante bien.
"Estamos felices. Es nuestra primera Navidad aquí y la estamos pasando muy bien. La Nochebuena la compartimos con amigos, con el Turco, que tiene una cervecería artesanal. Comimos carne y brindamos con cervezas. A nosotros nos encanta San Luis, ya somos puntanos", dijo Majd, de profesión chef, en declaraciones al diario local La República.
La diócesis de San Luis manifestó su adhesión a la red humanitaria que da asilo a los hermanos sirios en la provincia.
En ese sentido, dentro de la Pastoral Social, monseñor Martínez Perea conformó una comisión integrada por miembros de diversas instituciones eclesiales, para contribuir en las tareas de recepción y acogida de los refugiados.+
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