Procesión en defensa de la vida por nacer rodeó la Quinta de Olivos
La procesión "Jericó" surge de una idea nacida de padres de familia, no pertenece a ninguna congregación, orden o agrupación, y fue convocada a través de las redes sociales.
Inspirada en el pasaje de la Sagrada Escritura del libro de Josué, capítulo 6, donde el pueblo israelita a través de la confianza en Yahvé (el Señor), el rezo y el peregrinar sin cansancio pudo "derrumbar las murallas de Jericó".
“Aquí se trata de derribar murallas interiores que quizás no permiten ver lo que la ciencia muestra como patente: la existencia de vida humana, con un código genético propio desde el momento de la fecundación”, comentó el escribano Felipe Yofre, cuya esposa, Agustina Ricci, tuvo la iniciativa de convocar a esta oración.
Sin proclamas ni pancartas políticas, solo con el Rosario, imágenes de Nuestra Señora y la palabra de Dios se convocó a dar la vuelta a la quinta de Olivos, rezando y cantando durante siete días, como en el Antiguo Testamento de la Sagrada Escritura.
Familias con niños, jóvenes y personas mayores, en un clima de serenidad y paz, lo han hecho ya en cuatro ocasiones. Quedan todavía tres más: el jueves 5 de julio, a las 19; el jueves 12, también a las 19, y el domingo 15, a las 17. En esta última oportunidad, como surge de la Biblia, la idea es dar siete veces la vuelta entera a la quinta de Olivos.
Oración por la Patria
Ayer, quienes participaron hicieron caminando dos kilómetros y 700 metros, por las veredas que rodean a la quinta presidencial. Concluyeron en la avenida Maipú, sin desanimarse en medio de la neblina y una garúa persistente, mientras caía la noche.
Allí rezaron la oración por la Patria, que comienza diciendo “Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos”. Es lo mismo que repitió el presidente Mauricio Macri en junio de 2016 en el Congreso Eucarístico Nacional, en Tucumán, donde pidió “para superar los desencuentros y unirnos caminando juntos” y “proteger la vida desde la concepción hasta la muerte”.
“Todo lo pedimos –dijo entonces el Presidente- por intercesión de la Virgen, tan amada por nuestro pueblo”.
Antorchas en la noche
“Alégrate, María, arca de la nueva Alianza”, se rezó en la vereda a la mujer que llevó en su vientre a Jesucristo. El rezo de las avemarías se correspondió también con algunas estatuillas de la Virgen, en una marcha de aspecto familiar y con muy pocos carteles, aunque sí unas cuantas antorchas y velas, puntos luminosos en la oscuridad. Dos mujeres, Susana y su hija Romina, de 36 años, sostenían los extremos de una bandera argentina cuyo sol semejaba un niño por nacer. “Defendemos la vida, rezamos, ofrecemos sacrificios. Es necesario orar, dijo Jesús” y precisaron que ellas, como otras personas, rezan con nombre y apellido, por los senadores, para que Dios los ilumine.
“Que la ley no salga, de ninguna manera, no puede haber graduaciones. Es una ley para matar”, expresó una señora que estaba al lado. Otra mujer, Josefina Caprile de García Llorente, madre de ocho hijos y autora de libros para chicos, acompañaba la marcha y también sostuvo esa bandera.
El escribano Yofre hizo notar el tono pacífico de esta manifestación, “sin una palabra de agresión”, así como la índole familiar, con muchos chicos y también personas ancianas. Él estaba con su esposa y sus siete hijos, desde la mayor, de 22 años, hasta el más chico, de ocho. “Hay que rezar porque se rompan las murallas del corazón”, dijo.
Y precisó que se ha rezado por los legisladores y por nuestro presidente, para que movidos por el Espíritu de Dios sigan sus inspiraciones.
El Jericó, modalidad de oración
El rezo del Jericó incluye además de los misterios del Rosario y las letanías a la Virgen, el rezo del Credo, de la Salve, del Magníficat, en el que María dice. “proclama mi alma la grandeza del Señor”…”que dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes”. Se invoca al Espíritu Santo, se reza “Bendita sea tu pureza” y la oración “Alma de Cristo, santíficame”. Y se pide que “sea neutralizado todo espíritu de destrucción en los hogares, que viene provocando discordia, odio, rencor, desentendimiento”.
Se leen la carta a los Efesios 6 (10-18) y la segunda carta a los Corintios (10,3-5); el salmo 91, que invoca al Señor “mi refugio y mi baluarte; mi Dios, en quien confío”; el Salmo 68, el salmo 138, que dice “me respondiste cada vez que te invoqué”…
Y especialmente, el libro de Josué (4-5), que da nombre a esta modalidad, que dice: “El séptimo día ustedes darán siete vueltas alrededor de la ciudad y los sacerdotes harán sonar las trompetas”.
Se añaden oraciones a Nuestra Señora que desata los nudos, a San Miguel Arcángel. Y en la Argentina se agregan oraciones a Nuestra Señora de Luján, a San José, a San Benito, al cura San José Gabriel Brochero, a la beata Mamá Antula.+
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