Más de mil docentes dispuestos a “dejar huellas” en la educación correntina
La actividad, organizada por la Junta Arquidiocesana para la Educación Católica (JAEC), se realiza cada años con el propósito de “generar espacios que promuevan el encuentro y la reflexión en torno a diversas temáticas del quehacer educativo con clave Pastoral”.
Participaron docentes de colegios católicos y no católicos, y personal no docente. Entre las autoridades estuvieron el vicario general de Corrientes, presbítero José Billordo; el vicario episcopal para la Educación, presbítero Ariel Weimann; la presidente de la Junta Arquidiocesana para la Educación Católica, licenciada Aida Mudry; el viceintendente de la ciudad de Corrientes, doctor Emilio Lanari; el subsecretario de Educación de la Municipalidad, profesor Ramón Cáceres; la directora de Títulos del Ministerio de Educación, doctora Mariel Slatter, el cuerpo de supervisores de la Dirección de Enseñanza Privada; y la presidente de la Junta de Educación de Goya, magister Ana María Chiot.
Luego de la lectura de un mensaje enviado por monseñor Andrés Stanovnik OFMCap, el arzobispo de Corrientes, el padre Weimann realizó una oración inicial y dio lugar a la primera conferencia: “Honrar la inocencia”. La charla estuvo a cargo del profesor Juan Ignacio Fuentes quien hizo hincapié en la protección de la infancia en la escuela católica.
Antes del receso del mediodía, se presentó el Protocolo Arquidiocesano para el cuidado de niñas, niños, adolescentes y personas vulnerables.
“Durante el inicio de este año se trabajó para toda la Iglesia particular de Corrientes, con mucho empeño y dedicación sobre las normas arquidiocesanas para el cuidado de menores y personas vulnerables”, señaló monseñor Stanovnik en la carta que envió a los presentes.
“Con estas normas queremos tomar conciencia en todos los ámbitos de la Iglesia, y en este caso, en el área educativa, que está bajo su responsabilidad, sobre la seriedad y trascendencia de este tema, para dejar en los niños huellas imborrables para bien, y no para mal”, agregó.
El prelado correntino manifestó que “la única finalidad que le da sentido a la educación es cuando está enfocada hacia el amor y el servicio, tal como lo aprendemos del misterio de Jesús, desde su encarnación, pasión, muerte y resurrección”.
En este sentido, sostuvo que “la educación deja huella cuanto todo lo que aprendemos nos hace más personas, más capaces para el encuentro con el otro, más sensibles a las necesidades de los más pobres, más abiertos a dialogar y a convivir respetuosamente con los que son y piensan de otra manera. A eso estamos”.
La jornada finalizó con la celebración de la misa y con reconocimientos a los profesionales que estuvieron al frente de los diversos tutoriales que se realizaron desde el mes de septiembre, en el marco de este encuentro. Una mención especial fue para la docente María Méndez, que este año recibió la distinción Divino Maestro en el Consejo Superior de Educación Católica.+
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