Numerosas personas esperaron al representante papal fuera del penal, donde fue recibido por el intendente de Banda del Rio Salí, Darío Monteros, quien le entregó al purpurado unos regalos, entre ellos un cuadro hecho en alpaca, para distinguirlo como ciudadano ilustre.
El jefe comunal le dio también una réplica de la entrada a esa ciudad tucumana, hecha en hojalata, para que el cardenal se la entregue al entregase al Papa.
El cardenal Re se dirigió al comedor donde las mujeres lo esperaban para compartir el desayuno. El acceso fue restringido y solo muy pocas personas pudieron ingresar al penal, entre ellos el intendente, su esposa y el ministro de Seguridad de Tucumán, Regino Amado.
Las reclusas compartieron con el cardenal Re sus testimonios de vida y sus vivencias dentro del penal.
Al finalizar la visita, el legado papal saludó a los fieles que lo esperaban a la salida para verlo, y los exhortó a participar del Congreso Eucarístico Nacional.+
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