En su exposición el prelado hizo hincapié sobre la presencia viva del Señor Jesús en la Eucaristía, recordando que Él se entregó por nosotros, en una entrega como el mayor acto de amor hacia la humanidad, un amor extremo; por eso cuando comulgamos entramos en comunión con el cuerpo y la sangre de Cristo. Comulgamos para vivir una verdadera entrega de amor concreta.
Los ejes centrales de la exposición de monseñor Faifer fueron: Presencia y amor de Jesús en la Eucaristía, y la Misericordia de Dios, que es su eterna presencia en la humanidad.
Al término de su charla, entrevistado por el periodismo declaró que agradecía la oportunidad brindada por los medios de comunicación para poder ampliar sobre lo expuesto en el auditorio, para aquellos que no pudieron viajar a Tucumán pero que están esperando noticias o recibiendo las resonancias del Congreso.
“Presenté -dijo- el tema ante un muy numeroso auditorio, agentes de la Pastoral de la Salud; hice la presentación del tema: La Eucaristía y la misericordia. La eucaristía misma, toda ella nos habla de una hermosa presencia de nuestro Señor, de nuestro redentor; pero yo diría que es una presencia que está como cualificada, tonificada por el sello definitivo que es el amor supremo de Jesús, porque ella hace presente la entrega de Cristo en la cruz”.
“Entonces -agregó- esto nos debe llenar de admiración y nosotros descubrimos que en la Eucaristía está presente Cristo con todo su amor, y cuando comulgamos nos adentramos con él en un dinamismo de presencia y de amor, y eso lo hemos aplicado concretamente a la Pastoral de la Salud”, que es la presencia evangelizadora de la Iglesia en el mundo de la salud y de la enfermedad”.+
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