Mons. Ojea: “Decir que el Papa empodera a los violentos, es no entender el fondo de su mensaje”
“El Santo Padre es y ha sido siempre un Pastor. Las interpretaciones políticas de sus actos nos llevan a perdernos en un laberinto que diluye su sentido y lo hace incomprensible”, advirtió.
El prelado estimó que “seguramente, para Francisco, recibir en el Año de la Misericordia a personas que lo han insultado públicamente significa manifestar algo tan esencial al Evangelio como el perdón”, y reconoció que existen “dificultades culturales y psicológicas muy profundas para entender el perdón y la misericordia”.
“Nos cuesta entender a un Dios cuya omnipotencia resida justamente en la misericordia. Unimos la misericordia a una debilidad del corazón, a una blandura incapaz de impartir justicia, a una ‘flojera’ del espíritu que capitula frente a la fragilidad. Creemos que la misericordia no es justa cuando en realidad, supera tanto a la justicia que provoca en el que la recibe la posibilidad de transformarse en justo. La misericordia tiende a cambiar el corazón del que es alcanzado por ella”, reflexionó.
El obispo sanisidrense reconoció que a “muchas personas les ha parecido ciertas actitudes del Papa injustas y han sentido bronca y enojo”, por lo que propuso “una reflexión madura sobre lo que implica la misericordia que pueda ayudarlos a sintonizar el lenguaje de los gestos” y advirtió que “de cualquier modo, decir que el Papa ‘empodera a los violentos’ es no entender en absoluto el fondo de su mensaje que es sumamente escuchado y respetado en un mundo que va intuyendo que sin misericordia es imposible la paz”.
“Hay que decir también que hoy nos encontramos con un Papa que pone límites. Que le dice a los suyos que no se dejen llevar por el terreno resbaladizo de la corrupción. Y también se lo critica por esto. De modo que cuando perdona porque perdona, cuando es exigente porque es exigente”, cuestionó.
Monseñor Ojea alertó que “este ‘manoseo’ de su persona, unido a tantísimas críticas en los medios y en las redes sociales con total falta de respeto, puede desdibujar el mensaje del Evangelio que con tanta nitidez nos trasmite día a día en su Magisterio”.
“A pesar de todo esto el pueblo argentino en general y en particular nuestro pueblo más sencillo, entiende el lenguaje de su pastor casi por con-naturalidad y desea con todo su corazón recibirlo en la Patria”.
El prelado opinó que esta coyuntura nos plantea un doble desafío en el Año de la Misericordia y detalló: “Por una parte, nos invita a profundizar en la naturaleza misericordiosa de Dios, revelado por Jesús” y por otra a un “oportuno renovar nuestra fe en el sucesor de Pedro que el Espíritu ha señalado para este momento de la vida de la Iglesia”.
“Tal vez cuando el Papa era italiano, polaco o alemán, nos costaba menos mirarlo como al sucesor de Pedro, pero a Francisco lo conocemos, habla castellano con acento argentino, y tal vez algún día lo hemos cruzado en el subte. ‘Nadie es profeta en su tierra’ recordaba Jesús. Quizás nos esté pasando algo de eso. Pero la fe nos despierta y nos invita a ver la verdad: El Señor ha llamado a uno de los de nuestra tierra y es a Francisco a quien le dice Jesús: ‘apacienta mis ovejas’”.
Por último, monseñor Ojea expresó, en nombre de la diócesis y junto con ella, su agradecimiento sincero al Santo Padre por “su magisterio, de un modo especial por su última encíclica sobre la alegría del amor, renovando nuestro compromiso de responder a su pedido insistente de ‘recen por mí’, para que el Señor lo siga sosteniendo en su misión”.+
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