Mensaje del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso con ocasión del ramadán
“Un tema muy importante tanto para los musulmanes como para los cristianos es la misericordia”, -dice el texto- Sabemos que tanto el cristianismo como el Islam creen en un Dios misericordioso, que muestra su misericordia y compasión hacia todas sus criaturas, especialmente hacia la familia humana.... Sin embargo, la misericordia de Dios se manifiesta de una manera particular a través del perdón de nuestros pecados; Por lo tanto, Él es Aquel que perdona (al-Ghâfir), Aquel que perdona mucho (al-Ghafour)”.
El Mensaje recuerda que para subrayar la importancia de la misericordia, el papa Francisco convocó el Año Jubilar de la Misericorida del 8 de diciembre 2015 al 20 noviembre de 2016 como un tiempo favorable para curar las heridas y para ofrecer a todos, sin exclusión, el camino del perdón y la reconciliación. Igualmente la peregrinación (hajj) de los musulmanes a los Santos Lugares , es sin duda un tiempo propicio para experimentar la misericordia de Dios, como atestigua una de las frases que se intercambian en esa ocasión: "Te deseo una peregrinación bendita, con frutos loables y el perdón de los pecados " e ir en peregrinación para obtener el perdón de Dios misericordioso por los pecados tanto para los vivos como para por los muertos, es realmente una observancia de considerable importancia para los creyentes.
“Nosotros, los cristianos y los musulmanes, estamos llamados a hacer todo lo posible para imitar a Dios, el Misericordioso que nos pide que seamos misericordioso y compasivo con los demás, especialmente con los que pasan por cualquier tipo de necesidad. De la misma manera nos llama a perdonarnos recíprocamente”, se lee en el documento.
“Mirando a la humanidad de hoy, nos entristece ver a tantas víctimas de los conflictos y la violencia - pensamos aquí, en particular, en los ancianos, los niños y las mujeres, especialmente en aquellos que son víctimas de la trata de seres humanos - y en tantas personas que sufren a causa de la pobreza, la enfermedad, la adicción, los desastres naturales y el desempleo. No podemos cerrar los ojos a estas realidades, o dar la espalda a este sufrimiento. Es cierto que, a menudo, hay situaciones muy complejas, cuya solución está más allá de nuestras capacidades. Por lo tanto, es crucial que todos aúnen sus fuerzas para ayudar a los necesitados, independientemente de su origen étnico o sus creencias religiosas".
"Es fuente de gran esperanza ver que musulmanes y cristianos se unen para ayudar a los necesitados. Cuando combinamos nuestros esfuerzos, obedecemos a un mandamiento importante presente en nuestras respectivas religiones, y demostramos la misericordia de Dios, ofreciendo un testimonio más creíble, como individuos y como comunidad”, finaliza el texto, deseando al mismo tiempo que Dios, Misericordioso y Omnipotente, nos ayude “a caminar siempre por el sendero de la bondad y de la compasión”. +
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