Gremios e integrantes de la Pastoral Social de San Luis trabajan en una agenda común
El martes 12 de julio, el obispo de San Luis, monseñor Pedro Daniel Martínez Perea y miembros de la Pastoral Social diocesana se reunieron con los dirigentes de la CGT de Villa Mercedes en una segunda Mesa de Diálogo que tuvo lugar en la sede de Obras Sanitarias.
El secretario ejecutivo de la CGT, Miguel Melo abrió la reunión dando la bienvenida a los presentes.
Por parte del equipo diocesano de Pastoral Social participaron el presbítero Ignacio Daminato (vicario episcopal), el presbítero Ignacio Lucero y la licenciada Mónica Neme (ambos miembros de Cáritas San Luis), y la delegada de Pastoral Social, doctora María Andrea Piñeda, quien enmarcó el encuentro en el espíritu del bicentenario patrio.
“Sin dudas, este es el acontecimiento más convocante para el encuentro y el diálogo que nos anima a valorar nuestra historia y a soñar nuestro futuro como compatriotas. A la luz de la fe, con mirada esperanzadora y profética trabajemos para acrecentar la amistad social, por una Argentina fraterna y solidaria, reconciliada y en paz”, sostuvo.
La doctora Piñeda retomó lo dialogado en mayo en ocasión de haber preparado una declaración conjunta para participar de la Semana Social 2016 convocada con el lema: “Queremos ser nación, necesitamos ponernos la Patria al hombro”. Presentó una síntesis de las conclusiones arribadas en esas jornadas y, en ese mismo espíritu, propuso la agenda de trabajo explicitada en el Acta Compromiso Bicentenario: “Una Casa Fraterna y Solidaria” que se firmó en el Congreso Eucarístico Nacional en Tucumán.
“Este es un llamado a toda la dirigencia de nuestro país, a cada uno de nosotros, a trabajar por el bien común focalizando en diez prioridades irrenunciables que deben traducirse en políticas públicas”, subrayó la delegada, al referirse a la lucha contra la pobreza, el narcotráfico, las adicciones, la trata y la corrupción, y la promoción de la educación integral, la salud, el empleo digno, el cuidado del medioambiente y la cultura del encuentro.
Belén Banegas, delegada de Unión Personal Civil de la Nación (UPCN), dio testimonio de sus experiencias en la Semana Social y destacó el espíritu de unidad con el que se celebraron esas jornadas.
El vicario episcopal, presbítero Ignacio Daminato, invitó a expresar sus principales preocupaciones como dirigentes gremiales: “La Iglesia tienen necesidad de escucharlos, de conocer sus realidades”, tras lo que se abrió una rueda de intercambios sobre las prioridades en Villa Mercedes.
En la región se realizan numerosas actividades solidarias para atender las necesidades de trabajo, casa y nutrición, especialmente de los niños más desprotegidos. Sin embargo, es necesario comenzar a trabajar con espíritu de unidad y organicidad para que la ayuda sea más eficaz, y para que se logre una verdadera transformación social. En ese sentido, se pidió la iluminación de la Iglesia y la contribución para que por medio de sus estructuras se logre dicha organicidad.
El secretario Carlos Ponce animó a contagiar a toda la dirigencia de este espíritu solidario para recuperar la confianza y fortalecer al movimiento obrero.
Monseñor Martínez Perea agradeció “por este momento histórico y privilegiado que estamos viviendo, en el que todos coincidimos serenamente en el deseo de unidad para ponernos la Patria al hombro”.
El prelado destacó que todas nuestras acciones deben tener como centro la dignidad humana, al afirmar que “solo trabajando por la promoción humana integral podremos crecer en la amistad social”.+
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