“Es un día que nos obliga a reconocer el gran aporte que hacen los abuelos, con su presencia sabia, serena y cariñosa tanto a los nietos como a las buenas relaciones familiares”, destacó en la convocatoria, y agregó: “El llegar a ser abuelos no solo los hace felices sino que los ayuda a dar sentido a sus vidas”.
La importancia de los abuelos, según el papa Francisco
El organismo citó también frases de la exhortación apostólica postsinodal Amoris laetitia, sobre el amor en la familia, en la que el papa Francisco habla de la importancia de los abuelos:
“Los ancianos ayudan a percibir la continuidad de las generaciones con el carisma de servir de puentes. Muchas veces son los abuelos quienes aseguran la transmisión de los grandes valores a sus nietos y muchas personas pueden reconocer que deben a sus abuelos la iniciación a la vida cristiana. Sus palabras, sus caricias o su sola presencia, ayuda a los niños a reconocer que la historia no comienza con ellos, que son herederos de un viejo camino y que es necesario respetar el trasfondo que nos antecede”.
“Una familia que no respeta y atiende a sus abuelos, que son su memoria viva, es una familia desintegrada; pero una familia que recuerda es una familia con porvenir”.
“¡Cuánto desearía una Iglesia que desafía la cultura del descarte con la alegría desbordante de un nuevo abrazo entre los jóvenes y los ancianos!”.
“Esa fidelidad llena de sacrificios y gozos va como floreciendo en la edad en que todo se pone añejo y los ojos se ponen brillantes al contemplar los hijos de sus hijos”.
Una antiquísima tradición
Una antiquísima tradición conservó los nombres de los padres de la Virgen María, que fueron, dentro de su tiempo y sus circunstancias históricas concretas, un eslabón precioso del proyecto de salvación de la humanidad.
San Joaquín y Santa Ana tuvieron la inmensa suerte de haber podido cuidar y tener en su hogar a la Madre de Dios, la madre de Jesús.
Un libro sobre el ministerio de adultos mayores
El libro “Ministerio de Adultos Mayores. Los años no pasan en vano”, Marta Elena Cánepa, comparte, a sus 82 años, su experiencia en esta área pastoral específica, y asegura que las personas mayores de edad requieren de la Iglesia que se les facilite “la posibilidad de ser protagonistas, para lo cual necesitamos sentirnos apreciados, escuchados, sostenidos, y no sólo entretenidos”.
El obispo auxiliar de Buenos Aires y miembro de la Comisión Episcopal de Apostolado Laico y Pastoral Familiar, monseñor Ernesto Giobando SJ, asegura que la obra, editada por Bonum, es para “meditar” y ayuda a “una serena reflexión y motiva a un compromiso mayor de la familia, de la Iglesia y de la sociedad con nuestros mayores, muchas veces relegados o incluso excluidos, ‘sobrantes’, como bien afirma el papa Francisco”.
“Hay párrafos fuertes, corajudos, que movilizan”, subraya el prelado, y afirma que el libro “ayudará a la evangelización y catequesis de las personas mayores”.
Informes: (011) 4544-9031 o por correo electrónico: mpetreelli@cpacf.org.ar (Elisa Petrelli).+
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