Mons. Arancedo destacó la presencia pastoral de los catequistas
“Nuestras comunidades crecen por la tarea perseverante de nuestros catequistas. A ellos mi reconocimiento, que se convierte necesariamente en gratitud. Conozco el esfuerzo que realizan, el tiempo que dedican y el testimonio eclesial de sus vidas. Esta gratitud la hago oración en este día por todos ustedes, queridos catequistas”, subrayó.
El prelado explicó que cuando habla de presencia pastoral se refiere “al lugar que la catequesis y los catequistas deben ocupar en la vida de la Iglesia”, porque, aseguró, “no se trata solo de acompañarlos en su vida y formación, que es muy importante, sino de avanzar en lo que llamaría una ‘pastoral vocacional del catequista’. Es decir, presentar la tarea del catequista como un llamado del Señor para cumplir una misión en la Iglesia”.
“Ello implica hablar de una espiritualidad propia del catequista que da sentido e identidad a su misión. Valoro el camino de muchas personas que participan en la comunidad e ingresan a la catequesis, pero pienso en tantas mamás y familias que se acercan a la Iglesia por la catequesis de sus hijos”, dijo y se preguntó: “¿No estarán esperando o necesitando de una palabra que descubra en ellas su posible vocación como catequistas?”
“El Año Santo de la Misericordia es un tiempo de gracia, de renovación y de santidad. Es un llamado a vivirlo en lo concreto de mi vida y compromiso eclesial, en mi vida de catequista”, concluyó.+
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