La profanación a la cruz fundacional de esa parroquia, ubicada en Quintana entre Bolivia y Contarelli, se constató poco después de que el sacerdote realizó una misión, junto con universitarios platenses, en el barrio 5 de Mayo, de Cambaceres.
“Inmediatamente nos pusimos a rezar por la conversión de los autores de este ataque. Y, al mismo tiempo, para que tomemos conciencia de cómo avanza el poder de las tinieblas en nuestra sociedad descristianizada y hasta anticristiana”, advirtió en su cuenta de Facebook.
“Pensé, asimismo, cómo el príncipe de este mundo, enemigo del plan de Dios Padre, creador y providente, en la antesala de un nuevo festejo -aunque comercial- del Día del Niño, muestra su ensañamiento contra el naciente santuario de la vida y la familia; llamado a ser una avanzada en la defensa de los más débiles”, agregó.
El padre Viña celebró este domingo la misa de desagravio, pidiendo especialmente por quienes permanecen en "sombras de muerte", e invitó a rezar por esta intención, con la oración que se reza todos los días en esa parroquia: "Santos Mártires Inocentes, purísimos testigos del Señor de la Vida en abundancia: pedimos su intercesión por todos los niños que esperan nacer; por los niños enfermos, pobres y abandonados; por los jóvenes que sufren a causa de la indiferencia, y la falta de un verdadero amor; por los hombres y mujeres víctimas de violencia inhumana, y por los ancianos y enfermos que ven sus vidas amenazadas por el egoísmo, disfrazado de presunta piedad. ¡Que todos tengamos sabiduría y coraje para trabajar por una nueva cultura de la Vida, donde ningún hijo de Dios sea visto como descartable! María, Reina y Madre de la Vida, ruega por nosotros".
“Quiera el Señor que esta nueva prueba siga fortaleciendo a nuestra germinal comunidad. Para que podamos multiplicar, en nuestra zona, el fervor de aquella inolvidable Misión Juvenil Arquidiocesana de 2013, que concluyó, precisamente, con la fundación de la parroquia”, pidió.
Asimismo, aprovechó la ocasión para renovar su gratitud al arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, por haber erigido en parroquia ese templo de la periferia y por haberlo nombrado. También agradeció a sus obispos auxiliares, monseñor Nicolás Baisi y monseñor Alberto Bochatey OSA, por su “cercanía y acompañamiento de todos los momentos”.
“De la mano del Señor y de la Virgen, nos comprometemos a seguir mutiplicando los esfuerzos, espirituales y materiales, para poder concluir el templo, del mejor modo. ¡Adelante, siempre adelante! ¡Por el Señor, y su amadísima Iglesia! ¡O santos, o nada! Con mi bendición en el Sagrado Corazón de Jesús, en quien -hoy más que nunca- la ‘Patria espera’”, concluyó.+
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