Carta de Mons. Azpiroz Costa con motivo de viajar a Roma y en la fiesta de Santa Rosa
Antes de su viaje monseñor Azpiroz envió una carta a la comunidad arquidiocesana en la que, además de informarles sobre el viaje, envía sus saludos con motivo de la fiesta de Santa Rosa de Lima, dominica como él.
La carta comienza mencionando a los destinatarios, y lo hace de esta manera: “Querido Padre Arzobispo, Guillermo José [Garlatti]; Padre y Hermano Néstor [Navarro, obispo emérito de Alto Valle del Río Negro, residente en Bahía Blanca]; queridos sacerdotes, diáconos, seminaristas, consagrados y consagradas, hermanos y hermanas, fieles todos de la arquidiócesis de Bahía Blanca”.
Y enseguida la referencia a la fiesta de Santa Rosa de Lima, “hermana dominica y patrona de América, primicia de santidad en nuestra tierra”. Se refiere a su condición de primera beata y luego santa canonizada.
Tras explicar el motivo principal de su viaje, monseñor Azpiroz informa que invitado por el maestro general de la Orden de Predicadores (frailes Dominicos) a la que pertenece, pasará unos días en el Convento Santa Sabina, que es la curia general de la Orden, “donde viví 16 años de mi vida como fraile (1989–1992 y 1997-2010). Dicho sea de paso, en la basílica de Santa Sabina, iglesia conventual de la curia dominica, Santa Rosa fue beatificada por el papa Clemente IX el 15 de abril de 1668. El 12 de abril de 1671 fue canonizada en San Pedro por el papa Clemente X”.
“Les pido me acompañen en los próximos días -dice en la parte final de su carta a los bahienses- y pidan al Señor Jesús, el Buen Pastor y a Nuestra Señora de la Merced [patrona de la arquidiócesis] por los frutos de este viaje y por el ministerio que ‘voy estrenando’ en medio de ustedes, con ustedes. Agradezco la acogida que me han brindado desde mi llegada (por primera vez) a Bahía Blanca, el domingo 6 de diciembre del año pasado. Cada visita, cada encuentro, personal y comunitario, me ha enriquecido. Las diversas fiestas patronales, las celebraciones del sacramento de la Confirmación, las visitas a los sacerdotes, encuentros zonales, encuentros con consagrados, ¡diversas tandas de retiros espirituales! ¡todo! ha sido ocasión propicia para poder repetir las palabras del salmo: ‘Me ha tocado un lote hermoso, me encanta mi heredad’ (Salmo 15).+
Publicar un comentario